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Antonio Ortuño

Diario de la pandemia: el fútbol

Aunque sigan siendo muchos los que definen el fútbol como un juego, desde su nacimiento hasta hoy en día, también estaremos de acuerdo en que el balompié va mucho más allá de ser un simple deporte de entretenimiento. El fútbol es una gran maquinaria capaz de generar más ilusión y esperanza que cualquier partido político; es capaz de movilizar a mucha más gente que cualquier concierto de música o evento cultural y también es capaz de reunir la fe y la ilusión de gentes que no saben en qué creer. Decía Jorge Valdano, exjugador de fútbol, que “escribir sobre el fútbol es narrar la naturaleza de una pasión, no solo de ideas sino de emociones. El fútbol es un territorio totalmente emocional”. Y es que muchos somos de la idea de que el fútbol, por encima de ideologías y creencias, es toda una forma de vida.

La ciudad de Elche ya tiene a su equipo de fútbol en primera división, la liga Santander, la liga del Athletic de Bilbao, del F.C. Barcelona, del Real Madrid… Este año el club ilicitano defenderá sus colores, su escudo y el nombre de su ciudad por los principales campos de juego esparcidos por toda la geografía española. El club también llevará en su equipaje los sueños de miles de aficionados que se emocionarán, sufrirán, llorarán y sonreirán con todos y cada uno de los resultados que su equipo vaya cosechando. Los jugadores, verdaderos protagonistas, héroes y raramente villanos de esta aventura, con sus mejores galas, durante noventa minutos, jugarán con un balón y con los sentimientos de miles de seguidores. Entre ellos dos jóvenes canteranos de la Vega Baja, Luis Castillo y Jose Salinas que, con apenas veinte años, están viviendo un sueño al alcance de muy pocos. Los dos fueron convocados por el primer equipo para realizar la pretemporada. Ambos tienen muchas posibilidades de que este año puedan jugar en primera división con el primer equipo. ¡Casi nada!

Luis, que nació en el pueblo de Catral, es el hijo pequeño de José Antonio “El Rojo” y de Pilar, la del “Bordao”; los de la autoescuela. Se hizo portero rodeado de sus hermanos mayores en un ambiente totalmente futbolero. Jose, es el hijo mayor de José y de Silvia, médico y maestra del municipio de Callosa de Segura. Desde muy pequeño, ya apuntaba maneras y ya trasmitía su pasión por el fútbol. A ambos, muchos los hemos visto desde muy pequeños con una pelota bajo el brazo. Los podías encontrar en cualquier calle, en un parque, patio de colegio o polideportivos corriendo tras un balón de fútbol imitando y soñando con las estrellas mediáticas futboleras que en ese momento estaban en boca de mucha gente. Lo que muy pocos vieron fue el esfuerzo que supuso para su familia y para ellos realizar el camino que les ha traído hasta hoy. Fueron muchas noches de entrenamientos con la climatología más adversa, muchas horas arrancadas al trabajo y los estudios, que luego había que recuperar. Han sido muchos fines de semana sin poder compartir mesa con la familia, de madrugones y con renuncias al ocio y al tiempo libre por tener que viajar a jugar un partido de fútbol. Y no siempre terminaba con un final feliz, también ha habido muchas tardes de goleadas, de desesperanzas, de llantos, de banquillos y de querer abandonarlo todo. Nadie les ha regalado nada, son muchísimos los que lo intentan, muy pocos logran llegar hasta donde hoy en día es encuentran Jose y Luis. Quizás hayan tenido un poco de suerte, pero es incuestionable que ha sido su esfuerzo, su mérito y su sacrificio lo que les permitiría, ojalá sea pronto, jugar en primera división y, si es posible que sea en el primer partido, el que les enfrenta ni más ni menos que contra toda una institución en el mundo del fútbol como es la Real Sociedad.

Pero el maldito virus va a privar a estos jóvenes del bajo segura del monumental aplauso de los apoyos y ánimos que les darían, cuando salten al campo, sus seguidores, si estos pudiesen asistir al partido. Y es que la pandemia impide que el jugador número doce de todos los equipos, sus aficionados, llenen las gradas de los campos, bocata en mano, dispuestos a disfrutar de su equipo, de sus ídolos y de pasar una intensa y apasionada tarde de fútbol. Algunos piensan y, quizás no les falte razón, que para estos jóvenes novatos que pueden incorporarse a la élite del fútbol les puede beneficiar la falta de espectadores ya que les permitirá desplegar mejor el juego que llevan dentro, sin notar la fortísima presión que supone el sentirse observado por cincuenta mil almas de media que pueden entrar en un estadio. Ya saben; no hay mal que por bien no venga.

Con o sin aficionados de forma presencial en los campos, el futbol, otra temporada, se ha puesto en marcha. Será la segunda temporada del coronavirus. La temporada en la que es posible que debuten con el Elche Club de Fútbol dos jóvenes promesas de la Vega Baja. Podría ser una temporada inolvidable para Luis y para Jose. Suerte Jose. Suerte Luis. Muchísima suerte para todos y esperemos que así sea, una temporada inolvidablemente feliz y apasionada en todos los aspectos de nuestras vidas.

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