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José Mancebo

El turismo debe tratarse como un sector de sectores

La crisis económica y turística en la que nos ha sumido el covid de unirnos a todos en tener claro que la prioridad en estos tiempos convulsos debe centrarse en tapar la hemorragia que están sufriendo nuestras empresas y su empleo, por eso debemos seguir atendiendo las reivindicaciones del sector en materia fiscal, laboral o financiera. Somos conscientes de que las soluciones pasan por nuevas fórmulas diplomáticas que entiendan que nuestro mercado doméstico es Europa y el gobierno debe entender de una vez que, aunque es complejo compatibilizar la movilidad con el virus, el turismo debe ser tratado como lo que es, un sector de sectores, estratégico y prioritario. Aquí, el sector, nuestros municipios y nuestro aeropuerto nos va a encontrar a su lado.

Dejando de lado las cuestiones reivindicativas y pasando a lo concreto, entiendo que la promoción tradicional, tal cual la conocíamos, va a seguir siendo muy limitada próximamente. Me refiero, en concreto, a las ferias, workshops, acciones de calle u otro tipo de actuaciones en formato clásico. Por ello, debemos apostar por los eventos híbridos, especialmente si tienen probada repercusión mediática o social, así como nuevas formas de prescribir nuestro destino como lugar ideal para el ocio y el negocio.

En primer lugar, desde el punto de vista del mercado, trabajar en planes y corredores seguros en nuestro territorio con aerolíneas, turoperadores y otros socios prescriptores de nuestro destino. Debemos prestar especial atención al comportamiento del residente internacional, que va a ser clave para mantener rutas en los próximos meses o para poder reactivarlas. Más allá del internacional, nuestra función radicará también en incentivar el consumo para proximidad durante todo el año, para turistas y excursionistas, con campañas con el sector para puentes, escapadas, etc. Todo ello, atendiendo a la situación sanitaria de las zonas emisoras, en cada momento.

Desde el punto de vista del producto, tanto las inversiones, como el gasto corriente deben ir dirigidas a dinamizar actividades que promuevan el destino en clave segura durante el próximo año, apoyando, paulatinamente y si la situación sanitaria lo permite, la presencialidad en los eventos, con las medidas que toquen, en cada caso. Dos son las claves: sostenibilidad y digitalización, también en clave comunicativa. Más allá de la publicidad, estamos viendo una creciente demanda para elegir localizaciones en nuestra provincia para cine, documentales, publicidad o vídeos musicales, por ejemplo. Es un nicho interesante.

Es hora de poner en el centro las alianzas, los planes de ayudas propios y las colaboraciones con otras administraciones o los destinos de nuestra provincia (costeros y de interior) son claves para apoyar sin fisuras al sector de la Costa Blanca. Estamos preparando ya las bases para la siguiente anualidad, fundamentada en la experiencia de este ejercicio tan particular y en la propia demanda de asociaciones y municipios. Tenemos proyectos importantes de inversión junto con la Comunitat Valenciana que esperamos se puedan desarrollar con normalidad en 2021. El turismo debe seguir siendo, más que nunca, una cuestión de Estado. No sé si saldremos más fuertes de ésta (quiero pensar que sí; uno es, por naturaleza, optimista), pero si salimos es porque saldremos más juntos.

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