Asisto atónito, supongo que como todo el mundo, al lamentable espectáculo negacionista que se está ofreciendo desde el Ayuntamiento de Alicante y sus guiñoles afines a cuenta de la sensata advertencia de la consellera Ana Barceló sobre la incierta celebración, a fecha de hoy, de les Fogueres 2021.
Poco tardó en saltar el concejal «de la basura», el señor Villar, al que toca recordarle que si la ciudad sigue sucia ya es por su culpa, por su supina incapacidad para hacer algo más que de pregonero de los acuerdos de la Junta de Gobierno, acusando a la consellera de irresponsable. A la voz de mando, inmediatamente acudió el todavía edil de Cultura, y digo todavía porque he podido leer, por casualidad, la denuncia que se está preparando por su utilización de contratos menores para colocar a periodistas y puedo decir que le va a complicar muchísimo su permanencia en el Gobierno local.
A ambos se le sumó de forma inmediata, el concejal de Fiestas, quizás el más legitimado para hablar, dado que el alcalde anda desaparecido desde hace bastante tiempo, y posteriormente la presidenta de la Federación de Hogueras, en el mismo sentido que la voz de su amo.
A todos ellos, simplemente decirles que lo irresponsable hubiera sido asegurar que les Fogueres (como el resto de celebraciones populares) se van a realizar con total seguridad. Advertir con tiempo suficiente de que las fiestas quizás no se celebren en caso alguno es irresponsabilidad, sino responsabilidad en estado máximo. Se está acusando mucho al Gobierno central que disponía de datos negativos sobre la importancia de la pandemia y nada dijo. Ahora, también es criticado, en base a datos objetivos que además la consellera conoce mejor que nadie, realizar una advertencia sensata, lo que solo se puede entender desde el más necio de los negacionismos sobre lo que estamos sufriendo.
Por cierto, a fecha de hoy, ¿qué tiene pensado hacer el Gobierno municipal con la cabalgata de Reyes? Porque sería muy irresponsable estar preparándola como si nada en la situación actual y mucho más irresponsable saber que no se puede celebrar y callar para negar la realidad.
Por último, me ha dolido la ausencia de defensa del Grupo Socialista respecto a las palabras contra la consellera. Quizás habría que decirle a Sanguino, al oído, que Ana Barceló es socialista.
