Apostar por la sostenibilidad y los valores ambientales no es una opción, es una obligación que tenemos con el planeta para dar respuesta a la amenaza existencial a la que nos enfrentamos como consecuencia del cambio climático y la degradación del medio ambiente. Nuestra forma de vida depende del medio natural y, sin embargo, cada día contribuimos a su deterioro de manera irresponsable. En palabras del escritor francés Victor Hugo: “Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no la escucha”. Para poner fin a nuestra sordera, debemos potenciar como sociedad y consumidores la economía verde, lo que significa mejorar la economía circular, aprovechando al máximo los sistemas productivos y la innovación para no “desperdiciar o tirar” nada.

El concepto economía verde (“green economy”) fue introducido oficialmente en la preparación de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible en Río de Janeiro en 2012 y quedó muy ligado al debate sobre el desarrollo sostenible de nuestro planeta y a la lucha contra el cambio climático. En este sentido, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente PNUMA) describe la economía verde como la que tiene como resultado mejorar el bienestar humano y la equidad social, reducir los riesgos ambientales y la presión sobre los sistemas naturales y armonizar el desarrollo económico y el consumo eficiente de los recursos. En su forma más básica, una economía verde es aquella que tiene bajas emisiones de carbono, utiliza los recursos de forma eficiente y es socialmente inclusiva. Desde entonces este concepto se ha ido transformando hasta quedar identificado con aquellos sistemas socioeconómicos que están organizados para que la sociedad pueda vivir bien dentro de las fronteras planetarias ambientales. Para que esto ocurra debemos aumentar la eficiencia de los recursos: identificar las innovaciones y los enfoques que permitan a la sociedad extraer el máximo valor de los recursos, al tiempo que minimizar las emisiones y los residuos nocivos.

En esta línea, Europa ha dado un paso más y se ha propuesto ser climáticamente neutra en 2050. Para ello, ha decidido invertir en tecnologías respetuosas con el medio ambiente; apoyar a la industria para que innove; desplegar sistemas de transporte público y privado más limpios, más baratos y más sanos; y descarbonizar el sector de la energía. El Plan de Inversiones del Pacto Verde Europeo movilizará financiación de la UE y creará un marco propicio para facilitar y estimular las inversiones públicas y privadas necesarias para la transición hacia una economía climáticamente neutra, ecológica, competitiva e inclusiva. La economía circular, las energías limpias y la sostenibilidad son los ejes que promueve la Unión Europea y, junto con la digitalización, las renovables son elementos de futuro.

Y es, en este sentido, en el que quiero poner en valor la apuesta decidida por un Campus Verde en el marco de la economía circular en el programa para rector de Pepe Cabezuelo. Su UAtopía se pinta de verde y apuesta por una UA sostenible, que aspira a una gobernanza ambiental para lograr un mundo mejor. Un compromiso con la sostenibilidad ambiental fortaleciendo la formación, la investigación, la innovación, la transferencia y la promoción de estrategias ecológicas para lograr un mundo más respetuoso con el medio ambiente. Se trata de desarrollar modelos eficientes y de calidad para la gestión de los recursos energéticos e hídricos, reduciendo la huella de carbono derivada de la actividad universitaria. Conseguir más con menos.

Para ello, el programa del candidato sí contempla un abanico de propuestas encaminadas a mejorar la eficiencia energética de las instalaciones de la UA, reducir la demanda y el consumo energético y proceder a la instalación progresiva de tecnologías de generación eléctrica renovable fotovoltaica para el autoconsumo de edificios y equipamiento. Establecimiento de un sistema de gestión ambiental siguiendo la norma ISO 14001 para reducir el impacto ambiental de las actividades, servicios y productos. Promoción de la educación ambiental en el contexto universitario y en la comunidad mediante estrategias formativas y de divulgación poniendo en valor los ODS de la Agenda 2030. Acciones para optimizar la movilidad sostenible en la UA. Desarrollo de procesos de economía circular para reducir residuos, mejorar el reciclaje y promover el desarrollo de la innovación en el tejido económico y social. Promoción de la investigación ambiental responsable, eco-innovación y ciencias de la sostenibilidad en consonancia con las recomendaciones de la Agenda 2030.

Innovar, experimentar, formar y transferir son funciones esenciales de la Universidad. Tenemos la oportunidad de hacerlo con premisas de economía verde con el desarrollo de la expansión del Campus. 800.000 nuevos metros cuadrados que deben ser ajardinados y urbanizados utilizando procesos de economía circular con aguas depuradas regeneradas y con suministros energéticos renovables. Completar la sostenibilidad del nuevo campus conjugándolo con la docencia, la investigación y la transferencia del conocimiento. Y podemos hacerlo con el apoyo financiero y la asistencia técnica previstas por la UE para ayudar a las personas, las empresas y las regiones más afectadas por la transición hacia la economía verde. Un Plan que se basa en tres dimensiones: 1) Financiación, con la movilización de inversiones sostenibles en acción por el clima y en favor del medio ambiente con cargo al presupuesto de la UE. 2) Capacitación, proporcionando incentivos y herramientas para los inversores con el fin de desbloquear y reorientar las inversiones públicas y privadas, facilitando las inversiones sostenibles de las autoridades públicas, fomentando el presupuesto y la contratación ecológicos, y creando formas de facilitar los procedimientos de aprobación de ayudas estatales para las regiones en transición. 3) Apoyo práctico de la Comisión a las autoridades públicas y a los promotores de proyectos con vistas a la planificación, diseño y ejecución de proyectos sostenibles. La UA, tiene la posibilidad de incorporarse de forma decidida a este ambicioso Plan de Inversiones del Pacto Verde Europeo incluido en la estrategia europea de economía circular. Y cabe señalar, asimismo, el potencial tractor que tienen tales iniciativas sobre la empleabilidad y el desarrollo económico y social del territorio en tanto que son generadoras de empleo de calidad y competitividad.

En definitiva, para garantizar nuestra calidad de vida a medio y largo plazo debemos ecologizar nuestra economía, es decir transitar hacia una economía verde. Como gestores y como consumidores podemos desarrollar acciones que favorezcan el cuidado del medio ambiente y el consumo responsable. La suma de todos cuenta y, en esta suma, las propuestas incluidas en el Campus Verde del programa de Pepe Cabezuelo son un paso hacia una Universidad de Alicante más sostenible, en consonancia con las directrices de la Agenda 2030 (ODS) y con la estrategia europea de convertirse en el primer bloque climáticamente neutro del mundo de aquí a 2050.