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Día Mundial del Medioambiente

Somos pioneras

Día Mundial del Medioambiente

 «Alicante tiene tres cosas que en España son muy famosas», eso dice el himno de nuestro equipo, pero quizá deberíamos mirarlo bien y añadir una cuarta: además de las playas, las palmeras y el deporte rey, tendríamos que incluir sus calles y montañas, un orgullo que podemos lucir, incluso escrito en una camiseta o con un monumento gigante en cualquier plaza o rotonda ¿y por qué no mejor en una de las aceras de la descuidada entrada sur?, al ser una de las cuatro ciudades más sucias de España.

Podríamos colocar también una cementera o sacar los graneles del puerto para que todas las visitantes y turistas que vengan a la Costa Blanca vean nuestro compromiso con la industria, con el puerto líder en que nos queremos convertir, pero no como pioneras en cuidar al vecindario de esta zona en expansión o la calidad del aire que día a día, minuto a minuto y segundo a segundo respiramos. No, esto no importa, total son cuatro quejas de una asociación que no llega a ningún sitio. Poco ruido hacen para tapar lo que de verdad tenemos entre manos, ¿verdad?

Y es que además de anuncios y promesas, entre plantar flores en lugar de cuidar nuestras pocas zonas verdes y no vigilar la mala gestión de residuos que existe en la ciudad, la clase política debería invertir más en el cuidado de la ciudadanía que a fin de mes paga sus nóminas, por no hablar de crear un atractivo turístico basado en la limpieza de calles y cuidado de jardines, pues esto no importa, ya que con levantar una oficina de Turismo en pleno puerto o plantar un Belén gigante es suficiente para llamar la atención y crear ese reclamo.

Hasta hace no mucho teníamos un vertedero más grande que el monte Benacantil, aunque parece que el problema viene con la gestión del sitio, pero bueno el tema últimamente está candente. Ahora, llega la temporada turística y podemos ubicar la toalla entre vasos de cubata, colillas y plásticos que llevan en la arena más años allí tirados que la suma de edades de toda la juventud alicantina. Y parece que sigue sin importar. Por no hablar de las calles, ¿acaso no se cansa el Community Manager del SAIC de estar viendo las avenidas y callejuelas repletas de basura día tras día? Podría hacer una exposición para la próxima edición de PhotoAlicante con todo aquello que le llega a través de las redes.

Todo ello sumado a una falta de educación medioambiental, ya no en las escuelas, sino también en las instituciones, así como cada cual en su propia casa. ¿Tan difícil es educar en valores y, sobre todo, educar con responsabilidad? ¿Acaso es más importante cualquier materia que cuidar nuestro planeta y nuestros ecosistemas? Porque no avanzamos bien, no. Cada día que pasa vamos a peor. Y ¿ponemos remedio a ello?

Lo intentamos, sí. No de la manera más eficiente y óptima, todo hay que decirlo. Pero claro, he aquí donde aparece el conflicto. Entre el incumplimiento de los objetivos de reciclaje, con la vista puesta en que lo conseguirán en 2030 o ya en un remoto 2050, y las sanciones al voluntariado medioambiental y recogidas de basura, ¿a dónde queremos llegar realmente?

Parece que a los gobernantes les importa más contentar a unos pocos que hacer uso de la coherencia y la responsabilidad de salvar vidas, porque cada vez que tiramos un folleto al suelo, que olvidamos la basura en los espacios naturales o escondemos una colilla entre la arena de la playa, pierde el medioambiente y, con ello, nosotras. Somos las únicas responsables en parar esto, ya seamos adultas, jóvenes o niñas, es cuestión de parar, recapacitar y comprometernos en ser mejores ciudadanas. Por el planeta, por nuestras mayores, por nuestras hijas. Por todas.

Somos pioneras en destrozar nuestro entorno, aquel que nos ofrece los recursos básicos. Pero, claro, ¡qué importa! Mientras nosotras podamos vivir bien, no pondremos la vista en el futuro, en ese mundo que dejaremos a las generaciones que están todavía por llegar y las que sufrirán en propias carnes las consecuencias de nuestro egoísmo.

Sí, somos pioneras.  

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