La leyenda revive en ‘Diva’

Teatro y arias que reviven la figura de la soprano de ascendencia griega nacida en Estados Unidos, Maria Callas, una de las mejores del s. XX y de la historia. Los últimos años de una mujer que vive de recuerdos en París, en una cotidianidad alejada de todo. Que evoca junto al maestro repetidor, quien interpreta al naviero multimillonario Aristóteles Onassis. Quedó anulado su matrimonio y quiso que él se casara con ella, pero la abandonó. Intentó reconquistarla pese a continuar casado con Jackie Kennedy. Y lo rechaza.

Hay pasajes de óperas que interpretó la gran artista, como «Tosca», «Il trovatore», «Madama Butterflay», «Carmen», «Dido y Eneas», «La Wally», «Otello» o «Norma». Recuérdese el patético drama de estas obras. Honor, traición, venganza, fracaso amoroso o amargos desenlaces, ingredientes melodramáticos que en determinados aspectos aparecen en la realidad de la Divina. La gloria del éxito mundial y el dramático declive hasta que falleció en 1977.

La dramaturgia y la dirección de Albert Boadella, uno de los creadores de la mítica compañía Els Joglars en 1962, se ocupan de esas vivencias, de la amargura y la nostalgia en «Diva», la comedia dramática con María Rey-Joly y Antonio Comas. El texto resulta poco hondo e insuficiente.

La cantante y actriz nos trae a la memoria a Callas, según la confección de Boadella, y demuestra el talento que tenía este mito de la ópera. Brilla, sobre todo, por su inmensa voz con un amplio registro y dominio de la técnica. El tenor Toni Comas es un versátil comediante con su doble papel. Uno es más templado y el otro se acentúa porque asume el juego escénico con cierto carácter cómico al interpretar a ese magnate. Toca el piano y canta, con solidez, «Il mondo» o «Cantando bajo la lluvia».

Alegría de vivir del baile de «Zorba el griego» con coreografía de Silvia Brossa, y sensible diseño de luces de Bernat Jansà. En el Principal de Alicante les vimos en «The opera locos». El público, especialmente, se rinde a los pies de María Rey-Joly.