La semana pasada estuvo en Elx el president Ximo Puig. Participó en unas jornadas de debate, denominadas «Converses de Futur», en el Hotel Huerto del Cura organizadas por el diario INFORMACION y en el que también habían representantes de la patronal hotelera HOSBEC; Confederación Empresarial Valenciana; Asociación de la Empresa Familiar y de FICE.

ximo puig nos repite promesas

Este tipo de actos de nuestro president son interesantes, si se enfocan seriamente, como un necesario contacto con la sociedad civil valenciana. No deben utilizarse, como tantas veces se ha hecho, sólo por interés electoralista y sin voluntad de cumplir lo que se promete, que es lo más frecuente hasta ahora en Ximo Puig y sus antecesores en el cargo.

Y, en todo caso, si se plantea bien, debe hacerse no sólo con el sector empresarial, que es importante, pero no es el único en el País Valencià. Los colectivos ambientalistas, de conservación del patrimonio histórico, de la lengua, de un territorio más sostenible, feministas, etc. también son parte del País y deberían estar más presentes en la acción de un Consell como el actual. Tal vez sus aplausos sean menos frecuentes, pero sus opiniones pueden ser muy importantes para el Botànic, o deberían serlo.

Es lo que ha pasado con lo de los 43 millones por los terrenos de la UMH. Hace unos meses nos dijo que ya estaban compensados. Nadie se había enterado y hasta el Ayuntamiento tuvo que recordarle que seguía pendiente.

Cada visita de Ximo Puig a Elx suele traer el anuncio de alguna promesa espectacular. En ese aspecto es difícil que alguien le supere. Lo de que se cumpla es otro cantar. A veces las repite tanto que, probablemente, llega a creerse que están hechas. Es lo que ha pasado con lo de los 43 millones por los terrenos de la UMH. Hace unos meses nos dijo que ya estaban compensados. Nadie se había enterado y hasta el Ayuntamiento tuvo que recordarle que seguía pendiente. Ahora, en «Converses de Futur», nos lo ha vuelto a prometer: Dice que firmará, no se sabe cuándo, un plan de inversiones para compensar dicha deuda que, por cierto, viene de la época del PP en el Consell.

Será curioso comprobar dicho plan. Esperemos que no nos meta allí todas las inversiones que ya estaban previstas con anterioridad, o ejecutadas años atrás. Igual nos toca hasta devolver dinero a la Generalitat y sin ver un euro de los 43 millones. Veremos cómo hacen las cuentas, porque si no se es exigente con ellos, que no suele hacerse, pasa lo que nos está pasando.

Pero también ha habido tiempo para nuevas promesas. Hay que ir renovando el repertorio. Ha anunciado que se destinarán 140.000 metros cuadrados del entorno de IFA para atraer empresas innovadoras. Ya veremos lo que tardan en estar disponibles tales terrenos. Ya se ofrecieron para el Centro Internacional sobre el Envejecimiento, cuya promesa envejece adecuadamente, sin que llegue a plasmarse en el hito que se anunció. Del célebre Centro Internacional de Diseño y Moda del Calzado, que iba a Correos, prometido hace cuatro años, se le ha ido cambiando el objetivo, sin mover un ladrillo, y ahora se anuncia que aquello se derribará sin estar concretado el nuevo uso que, de momento, se denominará «Learning Factory» y empezará en un local en las cercanías. Comparado con lo que se prometió, parece bastante poca cosa después de tanto tiempo. Y que ahora anuncie un nuevo Conservatorio es una promesa recurrente. Es urgente hacerlo pero hay que verlo en los Presupuestos de 2023 para que sea creíble.

Aunque en estas jornadas también se ha oído cosas difícilmente aceptables, como las dichas por el presidente de la patronal hotelera HOSBEC, cuando declaró «que no habría que asegurar tanto a los trabajadores que están cobrando del paro… porque están muy cómodos allí, no quieren trabajar». Que el presidente de un sector en el que las «kellys» denuncian lo que están denunciando, debería ser más prudente y pensar en sus responsabilidades en la situación. La esclavitud es ilegal en España. Y, por cierto, de los 21.577 parados, a finales de mayo en Elx, 11.264 (el 52,2%) no cobran absolutamente nada, y 6.730 cobran 463 euros al mes. Decir que están cómodos así es una grave irresponsabilidad.