OPINIÓN

El transporte de Cercanías retrocede 50 años en Elche

Los datos no engañan: en 2020 Elche tenía veintidós frecuencias de conexión ferroviaria con Alicante y Murcia y desde la semana pasada solamente doce.

Estación de AVE de Elche, en la partida de Matola

Estación de AVE de Elche, en la partida de Matola / Antonio Amoros

Carlos San José Alonso

Carlos San José Alonso

Los datos no engañan: en 2020 Elche tenía veintidós frecuencias de conexión ferroviaria con Alicante y Murcia y desde la semana pasada solamente doce. Por mucho que lo disfracen con oratoria fácil, Matola es un apeadero a 8 kilómetros de Elche y que no puede dar un servicio de cercanías porque nadie en su sano juicio espera pacientemente en una parada de bus veinte minutos para trasladarse a Matola y de allí coger un cercanías para ir a Alicante, se tarda menos en bicicleta.

Lo que han hecho en Elche es una absoluta vergüenza por la que deberían rendir cuentas ante la justicia los que se han beneficiado de semejante “pelotazo” de construir una estación en medio de la nada y de la que cualquier alumno de Primaria podría haber advertido de su futura ineficiencia.

Error histórico

No hace falta que pase mucho más tiempo para valorar con un prisma más objetivo el error histórico que se cometió alejando esta estación del centro de la ciudad o no estudiando la opción de una única estación Alicante-Elche en el aeropuerto con una conexión intermodal de alta frecuencia con ambas ciudades. Matola es hijo de los años de la alegre burbuja inversora y de los dispendios injustificados como el aeropuerto de Castellón o las radiales de Madrid, y esos errores se pagarán durante muchas generaciones puesto que, en nuestro caso, hemos condenado una posibilidad real de tener una gran conexión de transporte y mercancías con la capital del país y con las ciudades cercanas a simplemente un apeadero testimonial al que el gobierno tardó nueve meses en señalizar porque tampoco había mucha necesidad de ello.

Nuestros representantes en el Congreso y en les Corts siguen levantándose del escaño para aplaudir las intervenciones de su “jefes” que siguen condenando a Elche a la más absoluta marginación.

Estaciones clásicas

Elche no necesitaba AVE sino una vertebración norte sur y este oeste a través de una gran inversión y modernización de cercanías y por mucho que nuestro alcalde se empeñe en decir que «es necesario hacer un trabajo de visibilización y de difusión de la estación de Elche y de sus características y comodidades, tanto en nuestro entorno, es decir, en los municipios de nuestra área de influencia de la Vega Baja y del Vinalopó, como en Albacete y Madrid, para que opten por utilizar nuestra estación».

Un tren llegando a la nueva estación de alta velocidad de Elche.

Un tren llegando a la nueva estación de alta velocidad de Elche. / Antonio Amoros

Elche no necesitaba AVE sino una vertebración norte sur y este oeste a través de una gran inversión y modernización de cercanías y por mucho que nuestro alcalde se empeñe en decir que «es necesario hacer un trabajo de visibilización y de difusión"

La estación del AVE en Matola, en una imagen durante la pasada pandemia de covid

La estación del AVE en Matola, en una imagen durante la pasada pandemia de covid / Antonio Amoros

La estación apeadero de Matola es un gran fracaso histórico y una magnífica oportunidad perdida, pero la cuestión es aún más hiriente cuando desde el Ministerio de Transporte se apuesta por introducir un tren AVANT de alta velocidad entre Alicante-Elche y Murcia a través de Matola en detrimento de las estaciones clásicas ilicitanas de Elx Parc y Elx Carrús y pretenden que se aplauda como una gran inversión en cercanías…

Nos toman el pelo y Elche ha retrocedido cincuenta años con esta medida que va a dificultar muchísimo los miles de desplazamientos que los ilicitanos realizaban diariamente a Murcia y Alicante.

Esos errores se pagarán durante generaciones. Hemos condenado una posibilidad de tener una gran conexión a simplemente un apeadero testimonial al que el gobierno tardó nueve meses en señalizar porque tampoco había mucha necesidad

Sinergias

Llegados a este punto, Elche no debe conformarse con ser de las pocas ciudades españolas que tiene una estación de Alta Velocidad, aunque no sirva para nada, sino que debe seguir luchando por visibilizar un problema histórico, unir sinergias con Alicante y arrancar en Madrid las promesas concretadas de las conexiones ferroviarias propias de las grandes ciudades que garanticen una movilidad sostenible y moderna en una de las áreas más pobladas de España.

Mientras tanto seguiremos viendo como el Elche CF tiene que ir a Alicante a coger el AVE o como el Presidente del Gobierno viene en Falcon pese a las bondades de su Tren de Alta Velocidad, mientras nuestros representantes en el Congreso y en les Corts siguen levantándose del escaño para aplaudir las intervenciones de su “jefes” que siguen condenando a Elche a la más absoluta marginación.