Shakira y la venganza machista en forma de canción

Quien tiene hijos no puede evitar preguntarse si de verdad vale la pena tal exhibición pública de los asuntos íntimos en forma de vendetta

Shakira junto a Bizarrap

Shakira junto a Bizarrap

J. A. Giménez

J. A. Giménez

Muchos descubrimos a Shakira cuando iba, allá por 1995, con los pies descalzos y los sueños blancos. El tiempo y el amor la llevarían a pisar mucho césped y a soñar en blaugrana.

Pocos sabrán o recordarán que un año antes de que lanzara su primer álbum exitoso, la colombiana protagonizó en su país la serie "El oasis", en la que daba vida a Luisa María Rico, una joven perdidamente enamorada del hombre equivocado. Al igual que la letra de varias canciones de su etapa prepiqueriana, esa sinopsis fue toda una premonición biográfica.

Cuando se conoció la ruptura de la mediática pareja, numerosos fans de la cantante de Barranquilla nos frotamos las manos confiados en que esa crisis emocional se traduciría en una suerte de vuelta a sus orígenes musicales, los de antes de que el tinte rubio y el alisado japonés cambiaran algo más que sus raciales rizos morenos. Ya se sabe que el desamor, a pesar de lo amargo, es una fuente de inspiración que ha permitido parir grandes obras a artistas de todo género y condición.

Sin embargo, en el caso de Shakira, puede que porque los grilletes de la implacable maquinaria industrial que maneja hoy en día la música comercial se lo han impedido, no le ha valido para cambiar el registro. Lejos de eso, sus últimas canciones son una mera vendetta personal contra Piqué.

Empezó con "Te felicito", continuó con "Monotonía y, como no hay dos sin tres, la trilogía ha ¿acabado? con su 'BZRP Music Session #53', donde las indirectas y la sutilidad, si es que antes la hubo, desaparecen por completo para dar paso a una letra nada elegante con dardos a la yugular del ex, por supuesto, pero también a su actual novia y hasta a su suegra.

El incontestable machismo que destilan la inmensa mayoría de los temas reguetoneros y/o de la llamada música urbana alcanza, quién nos lo iba a decir, una de sus cotas más chuscas en algunas de las nuevas estrofas de Shakira: "Yo valgo por dos de 22. Cambiaste un Ferrari por un Twingo. Cambiaste un Rolex por un Casio".

Lo peor de todo es que el tema se quiere disfrazar con un pretendido mensaje de empoderamiento femenino ("Te creíste que me heriste y me volviste más dura. Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan") cuando lo que rezuma es resentimiento y odio por los cuatro costados, y "clara-mente" cero sororidad.

Shakira estrena una canción plagada de referencias a Piqué

PI Studio

Habrá quien pueda llegar a entender que así sea e incluso empatice con la cantante, pero nadie más que Piqué y Shakira saben qué pasó entre ellos para que lo suyo haya acabado tan mal. Es fácil culparle a él porque ha cumplido con el tópico de dejar a la mujer madura por una veinteañera. Hasta puede resultar catártico para quienes han sido alguna vez engañados por su pareja regodearse en el escarnio musical al que el exfutbolista está siendo sometido.

Sin embargo, cabe recordar que la propia Shakira le fue infiel con Piqué al que durante 11 años fue su novio, Antonio de la Rúa, algo que confesó en su día el propio exdefensa culé: "Ella tenía pareja y lo dejó todo. Liar la que liamos para solo unos meses hubiese sido una tontería". Lo de que te "sal-pique" la propia medicina nunca es plato de buen gusto...

Con todo, el quid de la cuestión es otro: quien tiene hijos no puede evitar preguntarse si de verdad vale la pena tal exhibición pública de los asuntos íntimos. Milan tiene 9 años y Sasha, 7. Lógicamente, quieren a papá y a mamá. Y cuando pongan la radio, o cuando estén en el patio del cole con sus compañeros, ahora o en unos años, tendrán que escuchar cómo su madre pone a los pies de los caballos a su padre, a su hoy pareja sentimental, con la que los pequeños -mal que le pese a ella- van a pasar tiempo, a su abuela... ¿Es necesario?

En mitad de todo este culebrón, uno se puede sorprender a sí mismo preguntándose si la pija Tamara Falcó ha dado muestras de una mayor madurez emocional que Shakira al haber no solo perdonado a su prometido sino regresado con él, o simplemente es tonta.

Ni por un nanosegundo en el metaverso nos imaginamos a Shakira pasando página pronto, pero podría hacer una versión del "Despechá" de Rosalía y así estar "ocupá" olvidando sus males.