Tiene que llover

De lo más granado

La abogada del Estado y exdiputada de Vox Macarena Olona

La abogada del Estado y exdiputada de Vox Macarena Olona / Marta Fernández Jara - Europa Press

Francisco Esquivel

Francisco Esquivel

No sé lo que ha tomado Macarena Olona pero lo que haya sido debería estudiarse. Lo último que ha esgrimido la exdiputada de Vox es lamentar «profundamente» sus discursos contra la violencia de género desde la tribuna del hemiciclo y dar así «alas a quienes viven en la caverna y niegan la violencia machista, que por supuesto existe. A los negacionistas les falta educación». Es probable, no seguro, que Feijóo diese lo que fuera necesario por hacerse con la fórmula del compuesto que esta mujer ha ingerido para suministrárselo a sus compañeros de viaje y no digamos ya Borja Sémper antes si es posible de las citas electorales y de que a la otrora estrella cascabelera de Abascal empiecen a llamarla feminazi, temblorosa de placer se mire en este caso por donde se mire.

   La selección ultra en cualquiera de los puntos cardinales da mucho de sí. Hay que esmerarse en la tarea de extraer lo más granado pero convengamos que lo consiguen hasta extremos difíciles de imaginar. Y, sin embargo, ahí están sobresaliendo que da gusto. El predecesor de Macarena en el intento de asaltar la Junta de Andalucía ha sido procesado por un supuesto fraude de subvenciones y estafa tras conseguir un préstamo millonario del ministerio de Industria y desviarlo para otros quehaceres. No se preocupen, enseguida lo van a situar. Se trata de Francisco Serrano, juez inhabilitado y posteriormente restituido, el mismo que a raíz de la sentencia de la Manada alertó sobre la gravedad de la misma puesto que a su saber y entender «altera todas las garantías constitucionales establecidas por la jurisprudencia» dado que «hasta un gatillazo o no haber estado a la altura de lo esperado por la mujer podría terminar con el impotente en prisión». Con decir que su propia formación lo desautorizó está dicho todo.

   Hoy ya es otra cosa. El más alto cargo institucional es el vice de Castilla y León y lo que vale es su criterio. Para qué más.