Crónicas inéditas

Antonio Sempere

Antonio Sempere

Transcurridos 23 años de siglo XXI, todavía no he visto un largometraje documental sobre la sala de fiestas El Gallo Rojo, lo que significó durante décadas para Alicante y la Costa Blanca. Nadie ha glosado un trabajo audiovisual sobre su riquísima historia y su anecdotario. Como este tema, habría centenares por abordar. Tanto alusivos a la capital como a la provincia. Una crónica del grupo Mediterráneo o perfiles acerca de personajes como Luis Ivars. Trabajos acerca de conjuntos urbanos tan representativos como la Albufereta. Historias relacionadas con la memoria histórica (¿no quería ser Alicante su referente?). Un recorrido por las estaciones de tren abandonadas. Personajes pintorescos. Biografiados inéditos como la fotógrafa ilicitana Mª Ángeles Sánchez. Nuestras fiestas, ahora que la tecnología nos permite acercarnos a ellas con una calidad de imagen sobresaliente. Y temas para el debate (sí, también caben trabajos sobre la conservación del patrimonio urbano o la implantación de fotovoltaicas).

La Sección de Documentales del Festival de Málaga ha recibido nada menos que 800 trabajos. Muchos de ellos procedían de Málaga, lo que ha obligado a la organización a crear una Sección Especial de largometrajes, muchos con sello local de enorme interés. Realizados por profesionales de la tierra. No olvidemos que la universidad malagueña, muy joven, está celebrando su 50 cumpleaños.

Reflexionemos un momento sobre el porqué Alicante no cuenta con los homónimos de Hotel Torremolinos, El arte de la lidia (dedicado a Saúl Fortes), Transuniversal (sobre las personas trans) o Viva la calle (acerca de la renovación del centro histórico). No ha sido sólo este año. La pujanza del formato es imparable desde que arrancó el siglo. No podemos obviar trabajos como los de Mario-Paul Martínez en ‘Arcadeología’, sobre las máquinas recreativas vintage, partiendo de un proyecto museístico en Ibi. Pero quedan demasiadas crónicas inéditas esperando ser contadas.