Más que un premio, gratitud

Vicente Gimeno Sendra

Vicente Gimeno Sendra / DIEGO FOTÓGRAFOS

Victoria Ortega Benito

Victoria Ortega Benito

Escribió alguna de las páginas más brillantes del procesalismo español. Sembró humanidad, respeto y sentido común. Ensanchó el Derecho y construyó concordia con su mirada honesta e independiente. Con inteligencia jurídica y humildad, pero también con perspectiva, intuición y la convicción de los audaces, alumbró la senda del Estado social y democrático de Derecho por la que transita nuestra democracia. Fue coherencia, palabra, ejemplo, sensibilidad, cercanía, razón y pasión. Y nos enseñó que las injusticias y los desequilibrios no se corrigen desde la indiferencia, sino con pensamiento crítico y honradez intelectual.

Todo eso fue Vicente Gimeno Sendra, y si cabalgamos a hombros de gigantes, los suyos fueron, sin duda, de los más fuertes y fiables para quienes, como él, creemos que desde el Derecho siempre es posible un mundo más libre, seguro, solidario y de iguales.

Dejó sus huellas sensatas y sensibles en la docencia, en las aulas y en la literatura jurídica, siendo su Manual de Derecho Procesal Penal una obra de cabecera para generaciones de juristas, especialistas procesales y estudiantes de Derecho.

Con sus ideas y propuestas fue, sin duda, un adelantado a su tiempo: planteando hace décadas la conveniencia de una instrucción penal dirigida por la fiscalía, impulsando la implantación de los juicios rápidos o apoyando el papel clave de la mediación como alternativa eficaz en la resolución de conflictos, figura protagonista hoy, junto al arbitraje, de las reformas proyectadas para la mejora de la eficiencia de nuestra justicia.

Y siempre defendió el valor de una justicia más rápida y cercana, pero también respetuosa con los derechos y libertades fundamentales. Un posicionamiento jurídico ilustrado y humanista plasmado en algunas de sus más comprometidas sentencias y votos particulares, bien abogando por la protección jurídica de las uniones de hecho, bien abrigando el derecho al honor y la dignidad de las personas o bien recordando, como a él le gustaba hacer, el Convenio Europeo de Derechos Humanos o la jurisprudencia del TEDH, fuentes de inspiración en la preservación de las garantías elementales en el seno del proceso.

Con ese legado, la creación de un premio dedicado a su memoria, más que un justo reconocimiento, es un gesto de gratitud.

Por cierto, esta impecable trayectoria profesional y jurídica empieza con Vicente Gimeno Sendra ejerciendo la abogacía.