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¡Que es escasez! ¡Que no es sequía!

¡Que es escasez! ¡Que no es sequía!Agencias

¿Tenemos sequía en España? ¡No exactamente!. ¡Seamos rigurosos!. Lo que tenemos es escasez de agua. En realidad, de lo que se trata de afrontar es la escasez porque la sequía es un proceso natural. Es el resultado de las condiciones climáticas que tenemos en la Península Ibérica, precipitaciones de en torno a 300 mm al año y a veces menos en el Levante español. Para nosotros no es una cuestión excepcional sino que la sequía es una cuestión estructural, es una característica propia de nuestro clima mediterráneo. Son las condiciones hidro-geomorfológicas climáticas que tiene el Levante español. Y en consecuencia esto forma parte de nuestro estilo de vida. Es nuestro clima.

La sequía por lo tanto es lo que tenemos por la naturaleza, el problema es la escasez. La escasez se produce por culpa del Gobierno. Es decir cuando el gobierno no administra bien los recursos de agua hay escasez, cuando el gobierno dinamita las presas, impide que se almacene el agua para distribuirla correctamente en tiempo de sequía y en tiempo normal, cuando el gobierno renuncia a los trasvases, pues entonces a la situación de sequía le genera escasez y lo mismo podemos decir con las desaladoras y lo mismo podemos decir con el resto de las infraestructuras hidráulicas. En definitiva cuando la posición del gobierno es puramente ideológica, más orientada a la gestión de la demanda que al aprovechamiento de los recursos existentes se produce la escasez.

Entonces si la sequía es un fenómeno natural, el principal productor de escasez es el propio Gobierno con su abandono de la idea de la unidad hidrológica de España que es ese concepto que nos permite compartir los recursos que pertenecen a todos los españoles bajo el principio del interés general. Y esa idea, ese principio de unidad hidrológica de toda la nación, tiene su instrumento administrativo en los planes hidrológicos.

Los planes hidrológicos son los que distribuyen el agua para cubrir necesidades por este orden de prelación: consumo humano, luego imposiciones del medio ambiente y por último la agricultura. Por tanto la sequía es principalmente sequía para la agricultura. La agricultura está castigada, está demonizada en tanto en los planes como en el esquema de funcionamiento que para el agua tiene este gobierno siguiendo el catecismo de la Agenda 2030.

En consecuencia hay otro asunto muy importante, otra idea fundamental y es que la situación de sequía, en realidad, no es alarma de sequía, es alarma de escasez pues genera una situación de derecho excepcional, un estado de excepción donde se suspenden las concesiones, se suspenden los derechos y se genera un nuevo régimen que en teoría debe ser transitorio hasta que se remedie el problema pero que para nosotros es estructural es decir hay que abrir pozos de sequía, hay que aumentar la producción de agua desalada, hay que permitir abrir nuevos pozos, hay que autorizar nuevas extracciones de aguas subterráneas, cosas que se están prohibiendo y también hay que modernizar regadíos. Y, sin embargo, el Gobierno se limita a crear observatorios de la sequía, a crear, digamos, nuevos modelos de regadío y a decir que estamos desperdiciando el agua, que estamos llenando piscinas, que estamos regando campo de golf, etc. Se propaga, por tanto, una especie de leyenda negra para encubrir la ineficacia de los gobiernos a la hora de administrar ese recurso nacional hídrico único que el nuevo decreto de sequía, que se aprobó el pasado 11MAY, prevé afrontar el problema con una dotación del orden de 700M de euros.

Eso da una idea también del error de las políticas de agua en España. ¿Como hemos permitido liquidar la mitad del trasvase Tajo-Segura, defendido incluso por nuestro poeta de Orihuela Miguel Hernández, quien en una de sus obras pone la siguiente frase en boca de un personaje: “Donde no haya río, habrá canales de agua y granito que están pidiendo en un grito, ¡el Tajo y el Ebro ya!”. 110 hectómetros cúbicos menos que se quitan al Trasvase para aumentar el caudal ecológico en el Tajo a su paso por Aranjuez que no le hace falta al caudal ecológico en Aranjuez esa cantidad porque las aguas de Toledo y Madrid debería llegar limpias, y que sin embargo sí hace falta para paliar la escasez en el Levante español.

Se han denunciado presuntas irregularidades en la sesión donde se aprobó la polémica medida que supone la llegada de menos recursos hídricos a la Vega Baja. Tanto los regantes, como la Diputación de Alicante y el Gobierno de Murcia han pedido la anulación de la medida que aumenta el caudal ecológico de seis a siete metros cúbicos por segundo. En el último momento se eliminaron dos cláusulas que preveían medidas para revertir el recorte en caso de que se lograran las medidas ambientales perseguidas. Apartados que se quitaron sin que realmente los miembros de la mesa supieran si estaban incluidas o no en el momento de la votación.

Pero lo más grave de todo, lo imperdonable, lo que tiene que pasar a la historia como una especie de suicidio colectivo, diría yo, es que tenemos una crisis alimentaria europea y española que está haciendo que los precios de los alimentos vayan a ser prohibitivos para, incluso, las clases medias españolas.

La producción de frutas y verduras que hasta ahora las hemos considerado un producto básico perfectamente accesible gracias a nuestra agricultura pues, con los recortes y con las restricciones, se van a convertir en artículos de lujo. ¡A eso hemos llegado!. Entonces yo creo que con todo esto se está perfeccionando ese proyecto de la Agenda 2030 que dice que las presas, los pantanos y los trasvases son obstáculos a los cursos de agua, son barreras que se oponen a la vida fluvial y por tanto hay que eliminarlos. Va en la línea de la Agenda 2030, va en la línea del plan de biodiversidad de los ríos españoles, va en la línea del Pacto Verde Europeo que todos entienden que los cursos de los ríos son algo que tiene que fluir tal y como viene en la naturaleza sin intervención del hombre, deseñando las soluciones de ingeniería por soluciones llamadas amigables con el medio ambiente pero que no generan agua para consumo humano.

El ecologismo radical, diría yo, que es la ideología que soporta todo esto y que al final nos va a traer hambruna y hay que decirlo con todas las palabras porque la hambruna es la técnica social, la técnica de control social preferida por el comunismo a lo largo de la historia: la restricción de alimentos, decirte que puedes comer y que no puedes comer y en qué cantidad. Esto es muy grave y muy serio y no es ninguna exageración porque está en el proyecto de la Agenda 2030 y está en el proyecto progresista de la Unión Europea y nosotros lo estamos viendo ahora cuando vamos a los mercadillos, cuando vamos a las plazas de abastos, las cosas se han duplicado, se han triplicado el precio y van a subir todavía muchísimo más por todas las regulaciones, por la subida de precios de las materias primas pero, sobre todo, ante todo y por encima de todo, por la escasez de agua, por las restricciones de agua.

El gobierno crea restricciones de agua, impide la distribución de los recursos naturales españoles para todas las necesidades que hay y como consecuencia de esta escasez artificial tenemos que la sequía, concepto natural que ahora se quiere equiparar a la escasez y que no es lo mismo, es el producto de una determinada ideología que es una ideología de exterminio, es una ideología que quiere acabar con el trabajo, con la producción con, definitiva, con la vida rural, con la forma de vida tradicionales, con la propiedad privada y colectivizar a todo el mundo comiendo grillos, gusanos y toda la política de insectos como alimento homologado para la alimentación humana. Y eso es en realidad todo lo que tenemos. ¡No se puede tratar un asunto normal con un régimen excepcional!

Para nosotros la sequía es normal. La escasez es lo que es un asunto excepcional pero provocado por el gobierno para crear un estado permanente de alarma. Le llaman una emergencia climática. Si hay emergencia climática, si es que eso fuera cierto, que el clima nos está jugando una mala pasada lo que tenemos que hacer es lo contrario de lo que se está haciendo, sería construir más embalses, como está haciendo Marruecos o nuestro país vecino Portugal, a pocos kilómetros de la frontera entrando desde la provincia de Badajoz. La presa de Alqueva. Ubicada en la despoblada región del Alentejo. Es la mayor presa de Europa Occidental y va a poner en regadío 450.000 hectáreas.

O construir más canales de riego, construir más vías de intercambio de agua, fortalecer la posibilidad de intercambio bancos de agua y elaborar un Plan Hidrológico Nacional y un sistema nacional de recursos hídricos que, bajo los principios de cooperación territorial, justicia distributiva e interés general, garantice el suministro de agua de calidad y en cantidad suficiente para las necesidades de todos los españoles y que contemple un Plan Especial de Agua para el Levante porque el Levante es la única zona de España que tiene menos recursos de los que necesita.

La historia nos dirá el día de mañana, si el haber convertido España en un reino de taifas de 17 comunidades que se hacen la puñeta entre sí a la mínima de cambio, en vez de haber descentralizado la gestión general distribuyendo la riqueza del agua desde el Gobierno Central, mucho más uniformemente, en vez de centralizarla en las capitales de la comunidades, en perjuicio de las restantes provincia de las mismas, no ha sido un tremendo error que lo estamos pagando un día sí y otro también.

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