EL TELEADICTO

Iñaki Gabilondo

Iñaki Gabilondo.

Iñaki Gabilondo.

Antonio Sempere

Antonio Sempere

A Iñaki Gabilondo le apasionan la lectura y la música. Pero por separado. No puede leer escuchando música ni viceversa. Sería como intentar seguir dos conversaciones distintas a la vez. También ama el silencio y la soledad. A sus 80 años continúa levantándose al filo de las seis de la mañana, por lo que sus jornadas son plenas.

Todo esto y mucho más lo contó en la última entrega de Milá vs. Milá, la más lustrosa con diferencia de las 6 con las que se ha cerrado definitivamente el programa. Iñaki Gabilondo está en otra onda, y cómo hubiese mejorado cualitativamente nuestro país de existir más figuras como él. En el terreno de la comunicación y en el de la madurez democrática en general.

Aunque no le faltaron arrestos para dar un tirón de orejas a sus compañeros de profesión cuando, siendo testigos de primera fila de cómo se estaba comportando Juan Carlos I, porque le seguían a sol y a sombra y se enteraban de todos sus movimientos, no fueron capaces de trazar una línea roja en el momento en que lo vieron rodeado de personajes del jaez de Mario Conde y muchos otros.

Iñaki Gabilondo habló de las redes sociales y los problemas que acarrean. No sólo el poner a disposición de los adolescentes pornografía pura y dura, sino una avalancha de oferta que los adultos que son incapaces de gestionar. Porque, como niños, lo quieren todo, el día sigue teniendo 24 horas, y no saben qué descartar.

Iñaki habló de los dos amores de su vida. De la madre de sus tres hijos, que falleció tras siete años de cruel enfermedad, y de su actual mujer, Lola Carretero. En junio se trasladará a una playa de Menorca, el mismo día que su amigo Joan Manuel Serrat.