El reto de la diversidad

Esa teórica calma de Vegara, conseguida a cambio de no pactar con los partidos de la oposición cuestiones importantes para Orihuela, puede alejarle totalmente de la moderación que proclama

La marcha del orgullo este jueves en Orihuela

La marcha del orgullo este jueves en Orihuela / TONY SEVILLA

Concejal del Ayuntamiento de Orihuela (2007-2012) y en la actualidad es militante del PSOE.

Durante la pasada campaña electoral del 28 de mayo, el entonces candidato del Partido Popular en Orihuela, sr. Vegara, mantuvo una estrategia de moderación destinada a no cometer errores que le alejaran de su objetivo. Esta legítima actitud respondía, supongo, a que los datos que tenía en sus manos le auguraban un buen resultado. Una vez conocidos estos, ha mantenido sus proclamas moderadas que podemos considerar sinceras, al menos mientras sus actuaciones no las contradigan.

Con su primera medida relevante, el pacto suscrito con Vox, busca asegurarse una cierta tranquilidad en la acción de gobierno y, sobre todo, en la tramitación y aprobación de los Presupuestos municipales que, al fin y al cabo, son los que permiten llevar a la práctica aquellas cuestiones que concuerdan con la ideología de los gobernantes. Pero esa teórica calma, conseguida a cambio de no pactar con los partidos de la oposición cuestiones importantes para Orihuela, puede alejarle totalmente de la moderación que proclama si sigue el mismo camino de su partido, de concesiones sin tapujos a la visión excluyente de los ultras.

Una joven participante en la Marcha del Orgullo de Orihuela

Una joven participante en la Marcha del Orgullo de Orihuela / TONY SEVILLA

Siguiendo algunas declaraciones suyas, será interesante observar cómo articula las políticas de Igualdad, no sólo manteniendo el nombre en la nomenclatura oficial, de donde ya se ha caído el área LGTBI al calor de la homofobia de sus socios. Porque no serán únicamente el nombre y los gestos para la galería lo que permitirán comprobar su implicación con los valores de la Igualdad, sino la consignación presupuestaria que su gobierno haga y cómo aplicará las políticas necesarias para ello. Otro tanto ocurre con ese compromiso con las personas LGTBIQ+, que el PP nacional ha intentado aparentar estos días al hilo de la cercanía de las elecciones generales, mientras en los municipios y Comunidades Autónomas asumía como suyo el ideario más reaccionario. En ambos casos, está por ver cómo resolverá la tensión y, sobre todo, el reparto de dinero cuando sus socios reclamen su cuota de poder para que Orihuela involucione.

II Jóvenes participando en el desfile de Orihuela

II Jóvenes participando en el desfile de Orihuela / TONY SEVILLA

Queda una última línea de gran sensibilidad en nuestro municipio, como es la figura de Miguel Hernández. Pese a que el sr. Vegara no duda de que quien gestionará la concejalía de Cultura potenciará la figura del oriolano más universal, resulta lógico albergarlas conocido el percal y la ideología de sus socios. En épocas anteriores de la democracia, el PP (que entonces no había sufrido la escisión que hoy supone VOX), consciente de que la figura de Miguel Hernández en Orihuela no puede ser ocultada, potenciaba una imagen edulcorada del poeta, localista y centrada en su primera época, pasando de soslayo por su evolución posterior. A este respecto, he ahí el reto del sr. Vegara, a quien se le reconoce un gusto por la Cultura: conseguir que se asuma la integridad y la grandeza de Hernández y que algunos acepten, mal que les pese y después de muchos años, que uno de los mayores activos culturales y turísticos de nuestra ciudad es un escritor de izquierdas perseguido por la dictadura que añoran.

Aunque pudiera no parecerlo, estos tres retos tienen un denominador común: la aceptación de la diversidad y del sr. Vegara depende construir una imagen pública moderna de Orihuela y no, una vez más, anclada en un pasado en alcanfor.