Administración e Inteligencia Artificial

IA de mapeo facial usada en seguridad.

IA de mapeo facial usada en seguridad. / FDV

Lorenzo Lorenzo Silvestre

Lorenzo Lorenzo Silvestre

El confinamiento primero y la pandemia después han acelerado la transformación digital y extendida de nuestra vida diaria. Es recurrente leer y escuchar por un lado las bondades de la adopción de «lo digital», así como por otro su imperiosa necesidad en el ámbito privado. Vivimos en plena vorágine tecnológica. Nadamos en plena Cuarta Revolución Industrial. Fantasías o capítulos dignos de Asimov hace cerca de medio siglo son hoy una realidad tangible y experimentable. Apasionadamente realizable. IA, metaverso, blockchain, machine y deep learning, big data, IoT/AIoT, o realidad aumentada o virtual están comenzando a transformar la realidad empresarial, tal vez de forma aún lenta si bien decidida con el humano fin de estar más cerca, más rápido y más efectiva y eficazmente centrados en sus clientes.

¿Y qué hay de la Administración Pública? ¿Qué hay de la abreviada «Admón»? La sociedad gaseosa, como la definió Bauman, donde la inmediatez, la rapidez y la frugalidad han cambiado nuestras existencias, empezando por nuestra forma de relacionarnos y acabando por la de consumir bienes públicos o privados, ha afectado también a nuestras expectativas sobre lo que esperamos y necesitamos de nuestra Administración. Nuestras mentes no acaban de acostumbrarse -ni lo harán, más bien lo magnificarán- a que la rápida efectividad de nuestros deseos se cumpla gracias a internet o que nuestras expresiones generen instantáneos impactos en las redes sociales no se vislumbren a esa misma velocidad cuando nos dirigimos al ente público del que necesitamos servicio o respuesta.

La Administración se puede anticipar y puede ser faro de guía, ejemplo de vanguardia, de disrupción y coherencia entre lo que abandera y planifica para la PYME y su realidad cotidiana. Puede convertirse en una Admón.IA. Lo puede iniciar ya. Impactaría altamente en la autoestima del ciudadano, al sentirse más escuchado, mejor atendido, de forma más ágil y por tanto repercutiría positivamente en su percepción de la Administración.

Centrándonos en las tareas cotidianas de una administración local, aquellas más mecánicas y preestablecidas a partir de modelos y pautas concretas podrían resolverse de forma segura y ágil. Los atascos administrativos en contrataciones, la concesión de subvenciones con reglas tasadas, con posterior comprobación muestral y humana serían un avance gigantesco. Mantenimiento predictivo de servicios y edificios públicos, análisis de necesidades en función del poderoso big data que obra en manos de los servidores municipales, incorporar AIoT y visión artificial para el alumbrado público, o gemelos digitales de ciudades para simular, cruzando tecnologías y estadísticas, mejoras en la seguridad vial o tráfico… son algunos de los ejemplos Chatbots, usabilidad web con IA, soluciones IoT en materia de movilidad o geolocalización pueden soñarse hoy y materializarse a corto plazo. De hecho, así se hace ya. Sanidad, Educación o el blockchain en la Justicia y en las relaciones contractuales, como ya abandera en nuestra provincia startups como Blockiure, podrían trabajarse de forma necesariamente simultánea y paralela. Uniendo IA y big data sería posible afinar mucho más que hasta la fecha la verdadera utilidad, segmentándola en tantos estratos queramos o se requieran, de cada euro público destinado a transformar y cambiar la realidad. Es decir, realizar un auténtico análisis de políticas públicas en cualquier nivel.

La Oficina de Modernización Administrativa (OMA) en el País Vasco o administraciones locales como el Ayuntamiento de Mataró o de forma muy intensa en el de Manzanares ya están saboreando las mieles de esta implantación de la «Admón.IA» En el ámbito de la Generalitat Valenciana destaca la existencia del «Observatorio de la IA para la Administración Pública», si bien no ha pasado de tener una web y una información base podría servir, con el adecuado impulso como elemento unificador, catalizador y emprendedor de la planificación, piloto, por ejemplo, de distintos proyectos que además podrían cocerse al calor de los Next Generation anunciados hace escasos dos meses para estos efectos.

Si bien, siempre en mi espíritu de «hacer provincia» y Comunitat cabe resaltar la potencia y vigorosidad del ecosistema innovador alicantino, tanto entidades como empresas, universidades, asociaciones y consultoras especializadas en los diferentes espectros de este prólogo, ni siquiera primer capítulo, revolucionario.

Iniciada una nueva legislatura se abre una ventana de oportunidad clave para generar un nuevo paradigma de gestión pública que sirva de estandarte social y empresarial. Menores tiempos de resolución, mayor agilidad, más accesibilidad, menores costes desplazamientos y administrativos. Mayor y mejor distribución de los recursos públicos junto a la ventaja competitiva de llevar a cabo una revisión integral de tareas y procesos públicos, así como de la Administración en general son posibles sonriendo e implementando la Admón.IA. Máxime en un horizonte donde las reglas fiscales en el contexto europeo volverán a activarse, la deuda española y su déficit pueden volver a poner de relieve la gigadministración de nuestro país y su necesaria reducción, que en nuestro caso valenciano ya se ha iniciado.

Las posibilidades son abismales. Las aplicaciones, universales. La apasionante disrupción de una Admón.IA auspiciada por un sector privado pionero a nivel mundial, multidisciplinar y holístico unido al mundo público, en nuestra provincia, puede convertirnos en un territorio inteligente, atractivo y diferencial de forma exógena y muy especialmente endógena. Para el ciudadano. Para la persona. No será de la noche a la mañana, sino planificado y quemando diferentes etapas. La formación, el análisis de riesgos, la convocatoria de nuevos empleos digitales en lo público y el cambio de mentalidad y visión hacia la anticipación y la amabilidad a lo novedoso serán sin duda cuestiones a abordar. Superables todas ellas. La nueva Admón.IA nos muestra un feedback y valoración tan positivos para el ciudadano que son exponencialmente superiores a la simple buena nueva de la implementación en sí. De nada sirve una Administración sin papeles y electrónica que no camina a la velocidad del ciudadano y el contexto, que es polo de atracción y eficacia. Nuestra provincia puede ser líder en Admón.IA. Sonriamos de manera visionaria, ilusionante y proactiva. Bienvenida Admón.IA.