Bostezos electorales

Donald Trump to testify in New York civil fraud trial

Donald Trump to testify in New York civil fraud trial / BRENDAN MCDERMID

Diana Negre

Diana Negre

Las elecciones norteamericanas se celebran cada cuatro años desde que existe el país, pero los medios informativos martillean a sus sufridos lectores o espectadores con informaciones electorales desde mucho antes y dejan en segundo plano al resto de actividades e incluso el resto del mundo.

En los últimos comicios el panorama fue asfixiante en este sentido: Donald Trump y su mujer bajaron por la escalera mecánica de su edificio para anunciar su candidatura en junio de 2017, casi año y medio antes de los comicios que lo llevaron a la Casa Blanca. Su sucesor Joe Biden se adelantó aún más, pues lo hizo en abril de 2019, nada menos que 19 meses antes de las elecciones.

En ese tiempo, diarios y televisiones parecían olvidarse del resto del mundo y del país, a pesar de situaciones que merecían tanta o más atención.

Esta vez, las cosas son diferentes: ambos candidatos ya dejaron saber hace tiempo que pensaban presentarse el noviembre del año próximo, pero el interés de los medios informativos es muchísimo menor, hasta el punto de que el público tiene ahora la posibilidad de seguir otras informaciones que afectan sus vidas mucho más que las victorias o derrotas de los candidatos presidenciales.

Un botón de muestra fue el último debate de candidatos. En el Partido Demócrata no hay tales debates pues los posibles candidatos no parecen atreverse a desafiar a un ocupante de la Casa Blanca de su propio partido, pero entre los republicanos la lucha continúa para obtener la candidatura, a pesar de la gran ventaja que lleva el ex presidente Trump, a quien las encuestas le dan más del 50% de la intención de voto republicano a la hora de elegir candidato.

Este miércoles, los aspirantes republicanos se reunieron nuevamente para un debate pero era difícil seguirlo: casi ningún canal de televisión lo transmitió, ni siquiera el principal medio de orientación conservadora, Fox, que siguió con sus informativos normales y tan solo dio breves notas del evento.

Otro tanto ocurrió el día siguiente, en que los informes acerca del debate compartían las pantallas con muchas otras cuestiones, en una infrecuente muestra de sentido común por parte de diarios y canales televisivos.

Es probable que el desinterés se deba a la gran probabilidad que Trump tiene de convertirse en el candidato presidencial, pero hay posibilidades reales de que esto no suceda a causa de sus problemas legales, lo que seguramente sería una gran ventaja para el Partido Republicano: a pesar de la senilidad generalmente reconocida del actual presidente Biden, una gran parte del país no está preparada para soluciones ultra conservadoras ni para las declaraciones hiper simplificadas de Trump, hasta el punto de que no está claro que, a la hora de escoger entre dos malos, el electorado no opte nuevamente por Biden.

La situación sería muy diferente con otro candidato republicano: Biden no parece dispuesto a renunciar a un nuevo mandato y la opinión pública le es muy negativa, con más de la mitad de la población convencida de que no tiene las facultades mentales para el cargo, además de estar descontenta por la situación económica.

Es un campo abonado para los republicanos, que tienen además buenos candidatos para escoger: tanto la ex embajadora ante la ONU Vicky Haley, como el actual gobernador de Florida Ron DiSantis, como el senador negro Tim Scott tienen buen apoyo entre los republicanos. Cierto que están muy por debajo de Trump, pero si el ex presidente se retira, cualquiera de ellos puede recoger el apoyo que sus seguidores.

Sería un disgusto para Biden quien, tal vez, se vería obligado a renunciar a la campaña y dejar el camino a alguien con mayores facultades. Alguien que pudiese incluso ganar….con lo que las elecciones volverían a atraer el interés del público.

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