En honor a la verdad

Tenemos profesionales de la educación pública entregados a su trabajo profundamente dañados y decepcionados, y varios centenares de menores que no comprenden por qué se le está dando este trato a su centro educativo

Recreación de un caso de acoso escolar

Recreación de un caso de acoso escolar / INFORMACION

Margarita Juguera Vives

Margarita Juguera Vives

Que los niños y niñas crecen en una sociedad dominada por la cultura de la violencia es una evidencia, que podríamos construir una sociedad más pacífica, lo dijeron personas de distintos ámbitos de la ciencia y de diferentes países en Sevilla en 1986. Parece, sin embargo, que hay poderosos intereses en que no sea así. Como resultado, la violencia, sea cual sea su manifestación, forma parte de nuestra cotidianidad, a menudo camuflada de buenas intenciones. Es lo que he tenido ocasión de comprobar a raíz de la noticia sobre la agresión recibida por una alumna del instituto Carrús de Elche al salir de clase, emitida por diferentes cadenas de televisión y radio.

He sido profesora de Filosofía en el instituto Carrús durante veinticuatro años, y coordinadora de equipos de convivencia durante dieciséis, apenas llevo tres meses jubilada. Durante ese tiempo he trabajado con afán, junto con otros compañeros y compañeras, para que en el instituto reine un buen clima de convivencia y para que el alumnado reciba una educación de calidad; y me consta que se sigue trabajando con esa convicción. Hace veinte años se fundó el grupo Convielx para la mejora de la convivencia en los institutos de Elche y Carrús entró a formar parte de él hasta el día de hoy.

De acuerdo con la filosofía del centro, los docentes de Carrús han difundido y han practicado la cultura del cuidado de las personas y la cultura de paz, las cuales son indisociables en mi opinión, desde 2009. Su lema es actualmente “coeduquemos por la vida, coeduquemos por la paz”. Cuenta con dos equipos de profesorado dedicados a la convivencia: uno, que incluye también a la directora, al jefe de estudios y a las orientadoras del Departamento de Orientación, se denomina Observatorio de la Convivencia; el otro, que cuenta con profesorado formado en coeducación y comunicación no violenta, recibe el nombre de Equipo Coeduca. Dispone, además, de varios protocolos y programas cuyo objetivo es dar un trato personalizado a las necesidades del alumnado y de educar en la resolución dialogada de los conflictos. El trabajo es cada año arduo, difícil y agotador, porque faltan horas, medios y, en numerosas ocasiones, también el reconocimiento del esfuerzo y del trabajo bien hecho por parte de la Administración y de la ciudadanía. Sin embargo, gracias a la convicción de que el beneficio que se hace al alumnado y a la sociedad es grande, se realiza con entusiasmo. Tengamos siempre presente que la educación pública es el pilar fundamental de la democracia y de la justicia social.

Por todo lo dicho, la manera como la comunidad educativa de este centro ha sido tratada en los medios de comunicación recientemente es algo que no puede dejar impasible a quien ha pasado por él. Que una hija sea agredida es muy doloroso, comprendo la angustia que tiene que sentir una madre en esa situación y su preocupación por que el hecho no se repita. Lo que no entiendo es que los medios de comunicación, otro pilar fundamental de la democracia, que tienen como misión informar a la población con objetividad, y que tienen que velar también por la salvaguarda de la dignidad de las personas, difundan sin filtro y sin ninguna comprobación una imagen falsa de colectivos de personas por el hecho de tener una noticia impactante y un titular mediático. Como resultado tenemos profesionales de la educación pública entregados a su trabajo profundamente dañados y decepcionados, y varios centenares de menores que no comprenden por qué se le está dando este trato a su centro educativo.

La manera como la comunidad educativa de este centro ha sido tratada en los medios de comunicación recientemente es algo que no puede dejar impasible a quien ha pasado por él

Mientras los medios de comunicación construían una imagen errónea del instituto y de su comunidad educativa, mientras una organización que dice tener como objetivo eliminar el acoso escolar convocaba una concentración de escarnio ante el instituto a la hora de la salida de los alumnos más jóvenes, los equipos de convivencia, con la actual coordinadora de Igualdad y Convivencia al frente, programaban la reincorporación de la menor agredida al centro, con el fin de que se sintiera segura y acogida, y pensaban cómo podrían ayudar al resto del alumnado a superar la lesión moral que ha sufrido. Este es el profesorado que tiene la educación pública y el profesorado comprometido con ella del IES Carrús de Elche. La realidad es muy compleja, no la quieran simplificar dañando la credibilidad y la honorabilidad de quienes tanto contribuyen a la sociedad.