Una mirada a mi ciudad

Desde mi actual condición, sin ataduras profesionales ni académicas, me encuentro en buena disposición para entretenerme mirando la arquitectura y el urbanismo que se propone para mi ciudad. En los próximos meses me dedicaré a tratar de analizar esas nuevas iniciativas (que son muchas) y que en los próximos años proponen cambiar nuestra percepción de la ciudad.

Coincide además todo ello con un interesante momento, en el que una nueva política trata de abordar esa nebulosa de conflictos que siempre se establecen como una tela de araña en torno a la ciudad impidiendo su desarrollo. Durante años parece que tropezáramos asiduamente con temas estériles que nos impidieran avanzar. Una nueva visión puede llevarnos a comenzar a trazar caminos.

Por fin creo que estamos en condiciones de progresar e ir dotando a la ciudad de los edificios que necesita. Un ejemplo paradigmático es el nuevo proyecto para el Mercado Central, uno de los temas sobre el que se había constituido un auténtico nudo gordiano que hacía imposible cualquier solución. La eventualidad de restaurar el viejo edificio del arquitecto Pérez Aracil, y situar allí el antiguo mercado ampliándolo a nuevos negocios gastronómicos, parece una buena alternativa. Y creo que en el diseño debe devolverse a la sección su protagonismo y carácter monumental. Un edificio de esta envergadura necesita una altura y una comunicación visual que se ajusten al carácter público del edificio. Entiendo que esa actuación nos permitirá un nuevo espacio que enriquecerá nuestra ciudad. Si además el proyecto se convierte en un arranque para mejorar el entorno urbano, integrando los baños árabes descubiertos y dialogando con la restauración y puesta en valor de las murallas islámicas estaremos transformando el corazón de nuestra ciudad.

La eventualidad de restaurar el viejo edificio del arquitecto Pérez Aracil, y situar allí el antiguo mercado ampliándolo a nuevos negocios gastronómicos, parece una buena alternativa.

A su vez un conjunto de nuevos proyectos se encuentran en diversas fases de ejecución. En primer lugar quiero destacar un magnífico Pabellón Deportivo situado junto al centro comercial l’Aljub, con una buena capacidad y que debe permitir incrementar el nivel de las competiciones en Elche. El proyecto parece de una excelente factura. También es remarcable el nuevo centro de educación especial Virgen de la Luz. Como digo, ambos proyectos se encuentran en fase de ejecución de las obras y es de esperar que en los próximos años se ejecuten y reciban.

En concurso se encuentra el Centro Cultural de Jayton, que cuenta con un auditorio y unas oficinas municipales. Este proyecto que remodela una manzana del barrio de Carrús debe servir para mejorar un paisaje urbano tan mediocre como el de la avenida de Novelda. Parece que varias empresas han presentado propuestas y en los próximos meses habrá que seleccionar al ganador. Un nuevo Conservatorio, en fase de anteproyecto, situado junto a la estación del ferrocarril mejorará la formación musical. Quiero añadir que es importante valorar el diseño de la arquitectura y su inserción en el tejido urbano, ya que a veces, alguna administración, ha valorado más la rebaja de honorarios que la calidad proyectual.

Además de estas propuestas contamos con que por primera vez, la Diputación de Alicante, piensa invertir en Elche. Es una excelente noticia, pues algunos ilicitanos comenzaban a denominarla como Diputación Municipal de Alicante. Una de sus actuaciones será la restauración del Casino de Elche que pasará a ser un Centro Cultural y Social. Otra actuación de gran envergadura será la creación de un nuevo Centro de Congresos. Espero que además pueda ser empleado como Auditorio lo que mejoraría sus posibilidades de utilización.

Quiero citar también la labor edificatoria de nuestras Universidades. La UMH ha ejecutado dos edificios y parece tiene en contratación un nuevo proyecto. Por fin van llenándose los inmensos espacios que contiene esta universidad. En cuanto al CEU hay que decir que apuesta decididamente por el centro de la ciudad al reutilizar el cine Capitolio como Facultad de Odontología. La sustitución de la herradura teatral por un aulario habrá de ser contemplada con más detenimiento, aunque a primera vista el proyecto parece de buena condición.

Espero que con todos estos proyectos Elche y el centro urbano de nuestra ciudad, en franca decadencia hoy, sea capaz de volver a recuperar el dinamismo perdido.

Por ultimo quiero decir que si el panorama de la arquitectura resulta halagüeño el del urbanismo se muestra más sombrío. La tardanza infinita, más allá de lo razonable en la tramitación del planeamiento de desarrollo, hace que cualquier previsión temporal se vea ampliamente rebasada. Las tramitaciones que como castigo duran veinte años y un día para la previsión de simples planes parciales no son ajenas a nuestra burocracia. Y esto para el planeamiento de desarrollo. No quiero ni pensar en los tiempos necesarios para abordar un Plan General. Comienza a ser necesario reorganizar el galimatías de informes, a veces contradictorios, que necesita un plan para ser aprobado. En cualquier caso esto es harina de otro costal.

En los próximos meses podemos ir pensando y analizando este amplio panorama arquitectónico con el que se puede ir transformando nuestra ciudad. Toquemos madera y confiemos en que todo llegue a buen fin.