En pocas palabras

En vía muerta

Un tren de Media Distancai de Renfe, en una imagen de archivo.

Un tren de Media Distancai de Renfe, en una imagen de archivo. / EP

Antonio Sempere

Antonio Sempere

Las profesoras que se desplazaban de Alicante a Elche en los Cercanías diésel para dar sus clases en los ochenta ya andan jubiladas y jubilosas. Los trenes no. Siguen prestando su servicio. En vía única. Haciendo parada obligada en San Gabriel para cambiar el sentido de la marcha. No antes de que llegue el convoy que circula en sentido contrario, perdiendo diez preciosos minutos.

La provincia de Alicante, con sus dos millones de habitantes, es la única junto a la vecina Murcia que en ancho convencional no tiene ni un tramo de doble vía en funcionamiento. La línea de Alicante a Villena, con destino a Madrid discurre así hasta que al pasar de La Encina y entrar en la provincia de Albacete, como por arte de magia, la vía se duplica. La línea de Alcoy hacia València, también. El eje Alicante-Elche-Murcia, sobrecargada de circulación de trenes y de pasajeros, es antediluviano.

Mientras los usuarios alicantinos parecen anestesiados, los murcianos comienzan a darse cuenta de lo que les ha supuesto el timo de la alta velocidad. Los cartageneros están que trinan, y los de Murcia empiezan a hacer cuentas y comprueban que tienen que ir a Albacete o Alicante a tomar su AVE para que el viaje salga a cuenta. Ya se alzan voces para recuperar la línea recta a Madrid por Cieza. Se quejan hasta de los nuevos Avant. Desde que se implantaron, hay Cercanías que sólo llegan hasta Callosa. A quienes quieren ir a paradas intermedias no les sirven. Unos piden la variante de Torrellano, el gobierno amaga con electrificar temporalmente la línea Alicante-Elche convencional. Lo cierto es que nos seremos muchos los que nos jubilemos y todo seguirá igual.