Opinión

Con ese profesor yo soy listo

Imagen de archivo de un profesor

Imagen de archivo de un profesor / INFORMACiÓN

En uno de mis viajes a México participé hace unos meses en el encuentro anual de Recrea Academy, celebrado en la ciudad de Guadalajara. En ese Congreso, que congregó a más siete mil profesores, hubo una mesa redonda sobre una película que hoy he visto en el Cine Albéniz de Málaga. Quién me iba a decir, cuando escuché aquellos comentarios, que la película Radical iba a proyectarse en el XXVII Festival de Cine Español que se celebra en la ciudad donde vivo.

Radical cuenta una historia basada en hechos reales ocurridos en el año 2012 y gira en torno a los desafíos que enfrentan las escuelas en barrios de bajos recursos y en entornos violentos. Concretamente en la Escuela Primaria José Urbina de la ciudad Heroica Matamoros, sita en la frontera con Estados Unidos.

La película surge de la portada de una revista americana en la que se dice que Paloma Noyola (una alumna de esa humilde escuela) puede llegar a ser la nueva Steve Jobs, es decir una persona genial, fuera de serie. La portada muestra la foto de la alumna con este texto: «The Next Steve Jobs».

Esa chica había nacido y vivido al lado de un estercolero. De hecho su padre era rebuscador de basuras. La pobreza y la violencia habían sido el caldo de cultivo en el que se cocinó su historia.

El narcotráfico se lleva la vida de muchos jóvenes y siembra de violencia la vida de la ciudadanía. De hecho, en la película se cuenta el caso de Nico, un alumno de la escuela cuyo final no quiero desvelar.

El actor y comediante mexicano Eugenio Derbez, interpreta el personaje del profesor Sergio Juárez, que llega a esa pequeña escuela primaria de la ciudad fronteriza de Matamoros, un pueblo mísero y cargado de violencia.

Derbez es también productor, escritor, guionista y director de cine y teatro. Después de muchos años dedicado a la comedia, al humor, protagoniza con éxito una obra dramática.

Eugenio Derbez, que ha trabajado durante algunos años en Hollywood, sigue siendo considerado uno de los comediantes más brillantes de México. Toda una región ha crecido con sus programas y sus personajes han trascendido generaciones, por eso y más Eugenio es un orgullo latino.

Derbez interpreta el personaje de un maestro diferente, Sergio Juárez, que llega a esa escuela anquilosada para hacerse cargo de sexto curso de Primaria, rompiendo todos los esquemas de una pedagogía caracterizada por el aburrimiento, el etiquetado, la desesperanza, el autoritarismo, la rutina, el determinismo, la desilusión… En esa escuela se da por inevitable la condena que el destino ha deparado tanto a los alumnos como a los profesores. Tienen el fracaso tan pegado a la nuca que no pueden dejar de mirar al suelo. Y el suelo es un inmenso estercolero.

El director de la escuela (interpretado por el actor Daniel Haddad) es un personaje voluminoso y singular, que nada entre dos aguas. Trata de apoyar a Sergio pero se ve dominado por las inercias, el conformismo, la desilusión y el contexto en el que está inmersa la escuela. Es un director que siente alergia a los problemas: «No vaya a patear el avispero», aconseja al nuevo profesor.

Hace cuatro años llegaron ordenadores a la escuela pero algunos problemas iniciales impidieron su uso y nada ha hecho el director por solucionar aquellos viejos problemas. Solo hay un ordenador en la escuela y está en el despacho del director.

La visita del inspector encarna todos los vicios que tradicionalmente han devastado la acción orientadora y estimulante que deberían caracterizar su tarea. En su visita a la escuela desaprueba la actividad del profesor hasta el punto de imponerle una baja de diez días para que los alumnos puedan preparar una prueba de control.

La actividad creativa, innovadora, estimulante, entusiasta, que tiene a los alumnos y alumnas estudiando, investigando, dialogando y sintiéndose los protagonistas de su aprendizaje reciben un golpe tremendo con el injusto castigo recibido por su querido profesor.

Hay en la película una secuencia de extraordinaria violencia. Es el culmen de una historia (lamentablemente no profundiza en ella la película) en la que está involucrado un alumno. En ella mueren varios narcotraficantes. Es el clima de violencia en el que nacen y crecen los alumnos y alumnas de la escuela.

¿Cuáles son los principios que animan al profesor Sergio Juárez? Voy a intentar recogerlos en un decálogo, a sabiendas de que no es posible comprimir en tan picas líneas toda una filosofía de la enseñanza.

1. Los alumnos y las alumnas son los protagonistas del aprendizaje. Son ellos quienes hacen las preguntas y tratan de buscar las respuestas. «A partir de ahora yo no les voy a decir lo que van a estudiar. Eso lo van a decidir ustedes», les dice Sergio.

2. Los aprendices son valorados de forma positiva por el profesor. Él cree en sus capacidades, en su potencial (esta es una palabra clave), les considera capaces de indagar, de explorar, de investigar de forma autónoma.

3. Los alumnos tienen derecho a equivocarse y son animados a que lo hagan. «¿Quién quiere ser el primero que se arriesga a equivocarse?», pregunta el profesor.

4. El profesor se preocupa por cada uno, los conoce y sabe lo que les pasa. Sabe que cada uno es diferente e irrepetible. Y se acomoda a sus necesidades, exigencias y preferencias.

5. La confianza del profesor en sus alumnos resulta esencial para la motivación y el aprendizaje. Él es el descubridor del potencial de cada uno.

6. El profesor conoce el contexto en el que viven sus alumnos y sitúa el aprendizaje dentro del mismo. Y lucha contra el determinismo que se cierne sobre ellos y especialmente sobre ellas. «A partir de ahora no nos vamos a dejar enterrar», les dice.

7. La alegría es muy importante en el aula. Una alegría que también vive el profesor porque está convencido de que tanto aprender como enseñar son tareas apasionantes y compartidas.

8. Cree que es muy importante la esfera emocional, saber lo que les pasa.

El profesor se preocupa de las emociones y de las relaciones de sus alumnos y alumnas.

9. Piensa que el profesor es el que hace crecer, el que motiva, el que cree en los alumno, el que te anima. «No quiero perder más niños. Ni uno más», dice el profesor.

10. La evaluación tradicional no tiene importancia para él. Pero, ¿cómo vamos a conseguir buenas calificaciones?, pregunta una alumna. Y el profesor le contesta: ¿Qué importan las calificaciones? Los exámenes externos, por otra parte, constituyen una perdida de tiempo que rompe el verdadero aprendizaje.

La película está dirigida por Christopher Zalla, nacido en Kenia en 1947 y ahora residente en Guatemala. Ha dirigido Padre nuestro, Sangre de mi sangre, Unidad de víctimas especiales, La ley y el orden, Sensualidad letal…

Cuenta Zalla que tuvo la oportunidad de hablar con los personajes reales, con Sergio, con Paloma (que aparece en la película) y que le decían «así es», «así es»…

Un dato curioso. En esta película, fue el actor quien eligió al director y no a la inversa. Él tenía la historia y el director escribió el guión cinematográfico.

La película dura 127 minutos pero no se hace larga (al menos a mí no me lo pareció). Se estrenó en el festival de Sundance (condado de Crook, estado estadounidense de Wyoming) en el que ganó el premio del público. Ha recibido otros seis premios del público en diferentes certámenes: Festival de Cine Latino, Mill Valley, Hola México y Newport Beach además de ser recompensada con el Premio Richard D. Propes al Impacto Social Narrativo en el Festival Internacional de Cine de Heartland y el Premio Impacto de GEMS del Festival de Cine de Miami. En el Festival de Málaga obtuvo el premio a la mejor película Iberoamericana. La película ha sido la más taquillera en México…

Una película sobre la noble y decisiva tarea del profesor. Sobre la responsabilidad que tiene en la vida de cada uno de sus alumnos y alumnas.

Una película que muestra la diferencia de vivir la profesión docente como un reto estimulante o como una carga insoportable. «Con ese profesor yo soy listo», dice uno de los alumnos de Sergio Juárez. Qué hermoso. Qué importante. Qué significativo. Qué cierto.