Opinión

Lectura feminista con “Salomé”

Belén Rueda en "Salomé".

Belén Rueda en "Salomé". / INFORMACIÓN

Salomé

TEATRO PRINCIPAL DE ALICANTE

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Texto y dirección: Magüi Mira. Productor: Jesús Cimarro

No es la tragedia de Oscar Wilde, «Salomé» (1891), sino un texto de la veterana Magüi Mira, directora a su vez de la pieza que acaba de verse en el coliseo alicantino y que se vio en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida 2023.

En cualquier caso, una versión muy personal de la historia bíblica del icónico personaje, hijastra del rey Herodes en tiempos de la dominación romana sobre Judea e Israel a principios del siglo I. Los abusos de poder y las guerras de ayer siguen coleando en el mundo de hoy.

La madrileña Belén Rueda (que residió en Alicante desde los 5 años hasta los 18) pone todo su empeño dramático en este papel de mujer fatal y sale muy airosa de la expresiva batalla. Luisa Martín es la reina madre con el evidente desparpajo de una experta comedianta.

Pablo Puyol acoge a Juan el Bautista convincentemente y canta. Líder de los rebeldes contra el invasor y la inmoralidad, está prisionero y defiende la libertad y la paz. Como profeta dice: «La esperanza es el aliento de todos los sueños». Enciende el ardor de la sensual princesa. Pero la rechaza y pide a su padrastro la cabeza del Bautista en una bandeja de plata, por despecho y después de bailar ante el rey.

Ella besa los labios de la cabeza cortada en una escena de amor y muerte, en un baño de sangre. El poder del sexo es capaz de amar y destruir. Y el talante feminista que Magüi Mira imprime a Salomé en favor de la igualdad entre las personas, o de eliminar las discriminaciones y la violencia contra las mujeres.

Juan Fernández, Sergio Mur, Antonio Sansano, Jorge Mayor, José Fernández y José de la Torre nutren también el tragicómico y eficaz reparto de esta obra con guardias reales, una especie de policía de la moral antifeminista con las expresiones ridículas del carácter burlesco de la sátira y la parodia.

La composición musical es de Marc Álvarez, y Herodes, enamorado de Salomé y no correspondido, ordena matarla. Efectos teatrales al margen, el montaje cumple su tarea moderadamente.