Opinión

Sanciones más duras contra Irán, simples consejos a Israel

Endurecer las sanciones contra Irán mientras se dan simples consejos de contención a Israel, que hará, como siempre, lo que le dé la gana: tal es la respuesta de Occidente a la escalada de la tensión de Oriente Medio.

Ahora resulta que, según Washington, Berlín y demás gobiernos occidentales, la culpa de la actual escalada la tiene sólo el “régimen” de los ayatolas.

El previo ataque israelí contra el consulado de Irán en la capital siria, en el que murieron siete altos mandos miliares de la República Islámica, parece olvidado. Es la doble de medir a la que estamos más que acostumbrados.

Mientras tanto, el alemán Manfred Weber, presidente del Partido Popular Europeo, y su compatriota, el socialdemócrata Michael Roth, proponen calificar de “organización terrorista” a los Guardianes de la Revolución iraníes.

Roth, defensor acérrimo tanto del Estado sionista como de la Ucrania de Volodímir Zelenski, quiere además el cierre del Centro Islámico de Hamburgo, al que acusa de defender los intereses de Teherán.

Y en su condición de presidente de la Comisión de Exteriores del Parlamento alemán, habla de constituir lo que califica de “frente global” con los Estados árabes “moderados” para aislar aún más a Irán.

Nada parece importarle que las poblaciones de esos Estados autocráticos y en su mayoría feudales hiervan de indignación por lo que perciben como el “genocidio” israelí contra la población palestina de Gaza.

Ya antes de la reunión en Bruselas de jefes de Estado y de Gobierno europeos, EEUU había anunciado nuevas sanciones contra Irán y en concreto contra su producción de drones y misiles, como los que utilizó Teherán para vengar el ataque a su consulado en Damasco.

Según Tel Aviv, el 99 por ciento de los proyectiles lanzados por Irán y sus milicias aliadas contra Israel pudieron ser interceptados, pese a lo cual, el Gobierno de Benjamín Netanyahu ya ha anunciado que no tardará en responder militarmente a Teherán.

La situación es cada vez más peligrosa si hemos de creer también al presidente iraní, Ebrahim Raisi, según el cual el ataque de su país contra Israel había sido tan sólo una advertencia pues, de haberlo querido, ni una sola parte de su territorio habría estado a salvo.

Mientras tanto prosiguen los ataques israelíes contra la población gazatí y cada día aparecen nuevas fosas comunes, entre ellas una en el hospital de Al-Shifa, convertido literalmente por los bombardeos en un cementerio, al decir de un alto funcionario de la ONU. Pero eso no parece ya noticia.