Opinión | Prensa

Una libertad que protege un derecho

Pedro Sánchez este miércoles en la Feria de Abril de Barcelona.

Pedro Sánchez este miércoles en la Feria de Abril de Barcelona. / EP

Ni los periodistas, ni los medios de comunicación ni las instituciones podemos olvidar que los titulares del derecho a la información son los ciudadanos. Y para garantizarlo hay que proteger y defender la libertad de prensa, de la que hoy celebramos el Día Internacional. Una parte muy grande de la humanidad vive en regímenes políticos que no garantizan ni el derecho a la información ni la libertad de prensa. Por ello, los que gozamos de ellos debemos sentirnos privilegiados, luchar por extenderlos y protegerlos de cualquier ataque. Ciertamente, las plataformas digitales han cambiado las reglas del juego porque desligan la publicación de cualquier información de la responsabilidad editorial sobre su veracidad y ante la vulneración de otros derechos como el del honor o la propia imagen. Las plataformas han empoderado a personas y colectivos vulnerables, pero también han reducido el precio y los costes reputacionales de reproducir como noticias o como bulos lo que son simplemente mentiras y difamaciones. 

Tras padecer personalmente uno de estos episodios, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado una ofensiva para proteger el derecho a una información veraz, un propósito siempre espinoso cuando nace desde los salones que ostentan el poder que es el que tiene que tener más cuidado en proteger estos dos derechos, el de la información de los ciudadanos y el de la libertad de prensa. Para ello, hay que ser transparente, tratar con ecuanimidad a los medios tanto informativamente como publicitariamente y evitar el uso de teléfonos oficiales para difundir bulos. Solo si el Gobierno cumple con estos requisitos puede ser bien recibido en esta pugna que libramos diariamente los periodistas profesionales y los medios con responsabilidad editorial contra la competencia desleal de los pseudomedios y de los fabricantes de mentiras a gran escala. En caso contrario, estará simplemente defendiéndose de los perjuicios de la libertad.

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