No sé qué pensarán, pero el lúgubre abandono en que se mueve este actual PP con esa grotesca aureola de Pablo Casado en modo combate, pelea, riña, bronca utilizando la crispación por delante, a tenor de esa mirada satisfecha que saca a pasear todos los días, le está permitiendo moverse entre los intersticios políticos, y me he quedado de pasta boniato cuando he visto la ridiculez del mal gusto que este PP, quien desea en su particular tuit, la petición de suerte a los españoles en el sorteo de Lotería de Navidad, que se vaya Sánchez.

Una cosa es desear suerte a los españoles, y otra diferente es la peculiar imagen utilizada con un décimo de Lotería de Navidad trucado, sin números, donde se ha colocado una frase: Que se vaya Sánchez. Mal, muy mal ese aire roto que se gasta en los últimos tiempos este PP de Casado. Tienen la lengua desatada y un sentido del humor francamente de pésimo mal gusto. Me recuerdan aquellos otros que mostraba José María Aznar con eso del: Váyase señor González, váyase. En fin, extraviada expresión.

Lo de Casado, García Egea y su PP, está resultando un ejercicio estéril que se quedará sin recompensa alguna, lo malo para todos nosotros, es que hace tiempo que este PP se ha abandonado a la deriva y la culpa en ellos no se abre paso. ¿Y qué me dicen de ese tono perentorio que en su voz emplean últimamente? Sus días se derrumban y, aun así, no muestran migajas de cariño o comprensión. En las filas del PSOE el coraje fermenta en su alma luchadora por las libertades y no se han de quedar varados como lo hace este PP que parece va descendiendo a los infiernos. Lo dicho, que, para desearnos suerte en la Lotería, no hacía ninguna falta afilar las uñas y dañar al adversario político. Navidad, buenos sentimientos, y no auténtica cara dura.