Rubiales, feminismo y fútbol

Luis Rubiales.

Luis Rubiales. / EP

José Joaquín Belda

José Joaquín Belda

Creo que lo que está ocurriendo es muy importante y vital para el futuro. Este debate mundial pone a la mujer en el centro, mostrando la injusta desigualdad en casi todos los aspectos, en concreto en el fútbol, que hoy por hoy está convertido en un circo planetario de lobbys económicos que tienen a la sociedad a sus pies, restando calidad democrática de convivencia y desarrollo humano con sus sobredimensionados espectáculos a todas horas, como si fueran lo más importante.

Este debate está formando consciencia de estas dos grandes problemáticas: una objeto de desigualdades históricas extremas, -la situación de la mujer-, y la otra, el gran mangoneo de los súper intereses mediáticos que envuelven el Fútbol.

Volviendo al comportamiento de Rubiales creo que está muy claro que sus reacciones cada vez empeoran más su credibilidad personal y, sobre todo, la del ente que representa y por consiguiente, la de España.

Por ejemplo: Vender nuestra alma junto con la Supercopa de España a Arabia Saudita para que se luzcan los árabes ya tiene tela, ello con todos los manejos de posibles corruptelas que se han tapado. Los campeones de la sumisión e invisibilidad de la mujer han sido favorecidos con su designación como sede, al parecer para varios años, gracias a su gran poder económico. Así han utilizado el fútbol como trampolín para su promoción, y ahí ha estado Rubiales con todos sus roles apoyando el gran evento y dando una patada grande al feminismo y a todos los derechos universales ninguneados.

Y otro de otros tantos, es que este señor cobre más de 600.000 más otros 3.000 para pagar su hipoteca, más todos los incentivos, como un banquero, en definitiva unas seis veces más que el propio presidente de gobierno y cualquier ministro. Casi nada, como para vender el alma de España en todos los sentidos.