Ante el bosque amenazante

Miguel Terrés Hernández

Me solidarizo con los manifestantes que el domingo mostraron su justa y fundada preocupación frente a la sede de la Subdelegación del Gobierno de Alicante porque se van a instalar "centenares de hectáreas de centrales solares fotovoltaicas y cientos de kilómetros de líneas de alta tensión en el interior de la Comunidad Valenciana", escribe en INFORMACIÓN del lunes, 27, la periodista Sara Rodríguez.

A nadie se le oculta la catástrofe que eso entrañaría si se llegara a producir semejante atentado contra las comarcas montañosas y rurales en las que podría llevarse a cabo.

Sería como remplazar el bosque natural, que es en esencia beneficioso, por otro bosque, nocivo, dañino para la agricultura y la ganadería.

Un bosque fértil sería arrasado por un bosque estéril, profundamente amenazante.

Que la Conselleria de Medio Ambiente arbitre con toda la urgencia posible las medidas legales para evitarlo.