El secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, dejó ayer entrever que el nuevo modelo de financiación autonómica tendrá que esperar. Que no estará listo para aplicarse el 1 de enero de 2014, tal y como viene reivindicando el Consell semana tras semana. Tras participar en un acto conmemorativo por el 20 aniversario de Suma -el organismo autónomo de la Diputación que gestiona la recaudación de tributos de la mayoría de municipios alicantinos-, el número 2 de Cristóbal Montoro afirmó que, a día de hoy, el Gobierno no tiene decidido si el nuevo reparto de fondos podrá entrar en vigor el año próximo o ya en 2015. "En estos momentos no está decidido", sentenció. Las palabras que había pronunciado segundos antes, sin embargo, dan prácticamente por hecho que será en 2015. "El modelo de financiación, tal y como se acordó en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, se está revisando por una comisión que tendrá que terminar su evaluación antes de que finalice este año. Ese es el acuerdo de la Conferencia de Presidentes. Y después entrará al análisis de un nuevo modelo de financiación autonómica, cuyos efectos vendrán dados según los acuerdos que tenga el Consejo", sentenció a preguntas de los periodistas que cubrían el acto.

El conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, asumió ayer que la puesta en marcha del nuevo modelo se prolongará más allá de enero de 2014, muy a su pesar. Ahora bien, en el caso de que las reuniones de la comisión de Hacienda se prolonguen en exceso, la Generalitat reivindicará que, una vez que vea la luz el nuevo reparto de fondos, se aplique el principio de retroactividad. Teniendo como punto de partida el 1 de enero del próximo ejercicio. "Casi todos los sistemas de financiación menos uno han tenido un periodo quinquenal (...). El nuevo modelo, por tanto, debería estrenarse el 1 de enero de 2014. ¿Eso quiere decir que se tiene que finalizar este año? No. Perfectamente se puede diseñar a lo largo de 2014 y darle efectos retroactivos a 1 de enero de 2014, como pasó con el modelo de 2009", aseguró tras reunirse con la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor.

El aumento de los fondos que todos los años llegan hasta la Comunidad es capital para que la Generalitat pueda alcanzar los objetivos de déficit marcados por el Gobierno. En ello coinciden el PP y los tres partidos de la oposición. "El estar infrafinanciados afecta a nuestro déficit", remachó ayer Moragues. De ahí que reivindicara, por enésima vez, un desfase presupuestario distinto para la Comunidad respecto a otras autonomías.

La Comunidad, la segunda con más deuda por habitante

La Comunidad Valenciana cerró 2012 con 4.986 euros de deuda por habitante, un endeudamiento que asciende a 25.574 millones de euros y representa el 20,8 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de la autonomía, lo que la sitúa en segundo lugar tanto en volumen de endeudamiento como en deuda per cápita. Sólo la superan los 45.754 millones de euros y 6.043 euros por habitante de Cataluña. Así lo recoge el estudio "La deuda pública 2013", elaborado por el Strategic Research Center de EAE Business School, que prevé que la deuda pública llegará al 101,18 por ciento en el año 2017, después de haber cerrado 2012 en 921.343 millones de euros, el 90,69 por ciento del PIB, lo que equivale a 19.919 millones por habitante. EUROPA PRESS