El grupo popular de las Cortes endureció ayer las incompatibilidades para ser miembro de los órganos estatutarios de la Generalitat, como el Consell de Cultura (CVC), pero no tuvo reparos en rechazar todas las propuestas de la oposición para establecer un régimen similar para los consejeros «natos» del Consell Jurídic Consultiu (CJC), condición a la que tienen derecho los expresidentes autonómicos y de la que en la actualidad sólo hace uso Francisco Camps, quien a la vez es diputado popular. Así, no se podría ser vocal del CVC si se pertenece a la Acadèmia de la Llengua (AVL), al Jurídic o a la Sindicatura de Greuges, ni por su puesto si se es diputado o alto cargo, pero sí se puede ocupar plaza remunerada en el CJC como expresidente y ocupar escaño en las Cortes, dictaminando las leyes del Consell y luego votándolas en el Parlamento.

Una «incompatibilidad absoluta», aseveró ayer la socialista Verónica López, cuyo debate eludieron ayer los populares. «Hay cosas en las que no podemos transigir», deslizó Alfredo Castelló, del PP, para calificar de «vendetta política» las propuestas de la oposición para, como EU y Compromís, eliminar la figura de los consejeros «natos» o, como el PSPV, impedir que se pueda compatinar un puesto en el Jurídic y el escaño, que a Francisco Camps le garantiza el aforamiento ante el TSJCV. La comisión de Coordinación completó ayer el debate de los proyectos de ley del Consell para reducir el número de consejeros de los diferentes órganos estatutarios.

El Consell de Cultura, a 15

Como sucedió con la AVL, el PP dejó de 21 a 15, en vez de 11, la reducción de vocales del Consell de Cultura, mientras el Jurídic baja de 6 a 5. Pero los textos no prosperarán en el pleno porque, a diferencia de Canal 9, hacen falta tres quintos para tocar estas leyes y la oposición lo rechaza al entender que buscan «criminalizar las instituciones de autogobierno», tal y como aseveró Esther López Barceló (EU). El PP, en cambio, defendió que es por «austeridad».

RTVV y Camps planearon el debate. «No les tembló la mano para tirar a la calle a 1.600 trabajadores de Canal 9 pero sí para tirar a Camps del Jurídic», asestó Verónica López, mientras Josep María Pañella (Compromís) afeó que el exjefe del Consell «usó el organismo para burlar y burlarse de la Justicia». «¿Qué pasaría si Camps no fuera nunca al CJC?», se preguntó la diputada de EU. Nada, porque el PP no aceptó ni la enmienda en la que se pierde la plaza «por incumplimiento grave de funciones» y hasta «por pérdida de la condición política de valenciano», algo pensado, dijo Esther López, por si el expresidente Zaplana vuelve. «Son los monstruos de sus sueños», les reprochó Castelló.