En la primera sesión de las Cortes tras el apagón de Canal 9, el PP tuvo que emplearse ayer a fondo, con constantes amenazas de expulsar a diputados de la oposición, para impedir que éstos hablaran en sus intervenciones del cierre de RTVV. El presidente de la comisión Rafael Maluenda cortó por lo sano a las primeras de cambio, cuando Esther López, de EU, arrancó aludiendo a «la ejecución por la fuerza de RTVV». Maluenda advirtió entonces que no iba a consentir que nadie se saliera del asunto a debate, la reducción de vocales en las instituciones estatutarias. Si quieren una sesión «en paz y tranquilidad», no me obliguen a tomar una medida «que no deseo» pero que «no dudaré» en aplicar, avisó. La oposición insistió en poner TVV como ejemplo de que los populares «quieren acabar con el autogobierno». El momento más tenso fue con el socialista Juan Soto, a quien Maluenda llamó al orden dos veces, advirtiéndole que, a la tercera, lo echaba. Soto censuró esta «ley mordaza», y señaló que el Consell de Cultura es hoy más necesario para «proteger» el patrimonio cultural y audiovisual «por la forma abrupta y salvaje de desenchufar Canal 9».