Alicante se convirtió ayer en el epicentro del cierre de la campaña a favor de Susana Díaz en la Comunidad Valenciana con la presencia del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien mantuvo un encuentro con militantes en un restaurante de la capital para defender la candidatura de la presidenta andaluza a la Secretaría General del PSOE y pedir la unidad del partido. Arropado, entre otros, por el presidente de la Generalitat Valenciana y líder del PSPV, Ximo Puig, y por los alcaldes de Alicante, Gabriel Echávarri; Elche, Carlos González y Elda, Rubén Alfaro, Rodríguez Zapatero sedujo a una audiencia de casi 400 afiliados ante los que destacó la madera de líder de Díaz. «Liderazgo es comprometerte en un debate público a decir que te irás sin romper el partido si no logras una remontada. Eso es una líder», y añadió que eso no es lo que han hecho otros dirigentes que «no han sabido asumir su derrota con humildad».

El expresidente puso en valor las siglas del PSOE destacando que detrás de ellas «hay mucha Historia, derechos, vidas que se intentan recuperar con la Ley de la Memoria Histórica, las mejores conquistas sociales y grandes derechos de los trabajadores». «Son siglas que tienen un valor que se cotiza. Ay si las pillara Pablo Iglesias...», dijo arrancando los aplausos de los presentes.

Ximo Puig, que realizó un acalorado discurso donde no faltó ni el ensalzamiento de los valores de la República ni la defensa de Susana Díaz por «ser de verdad y buena gente», sostuvo que «el insulto no es de gente de izquierdas. Es de derechas. Siempre», y dedicó tiempo a negar que el relato de que la dimisión de 17 miembros de la ejecutiva más uno fuera «un golpe de Estado como han dicho muchos». «Ese es un relato falso. Luchamos hasta el final por nuestro secretario general pero no podíamos obviar la realidad», indicó Puig, quien dijo que hay quien aún no ha entendido lo que llamó «el Barrio Sésamo de la política», en referencia a que el PSOE solo tiene 85 diputados. Subrayó que ha tomado parte en las primarias porque «no defender lo mejor para la Comunidad y ser neutral sería una irresponsabilidad».

El alcalde de Alicante, por su parte, pidió poner fin «al debate de los cargos» y criticó que se diga que «el voto de un alcalde no mola o vale menos». «Todos somos militantes». Los dos diputados nacionales por el PSOE, Julián López Milla y Patricia Blanquer; así como el exdiputado Herick Campos; diputados provinciales, alcaldes, concejales y exdirigentes alicantinos como Ángel Franco o Blas Bernal asistieron también al acto público.