Tres días y una tarde después de los comentarios que el vicepresidente de la Diputación, Alejandro Morant, vertió en su Facebook sobre las deportaciones masivas de inmigrantes, el presidente de la institución provincial, César Sánchez, salió a la palestra para avalar a su diputado tras el cerco que le habían marcado desde la oposición, asociaciones y hasta su propio partido abriendo un expediente a instancias de la cúpula provincial del PP que lidera José Císcar. El aval de Sánchez, que insistió en que las manifestaciones de Alejandro Morant se publicaron en su Facebook personal y que luego pidió perdón, sirvió ayer para darle un balón de oxígeno no solo como presidente de la Diputación, sino que también supuso el perdón aceptado de Génova, ahora que César Sánchez forma parte de la dirección nacional.

El responsable de Hacienda y Contratación en la Diputación y alcalde de Busot se retractó de sus comentarios de corte racista, algo que para César Sánchez ha sido suficiente. El presidente de la Diputación de Alicante arropa así a su vicepresidente aunque se refirió a sus comentarios como «inapropiados», «poco afortunados» e «imprudentes». «Ya ha pedido disculpas. Con ello doy por zanjado el tema», sentenció 48 horas después de que el «aparato» provincial del PP haya solicitado al Comité de Derechos y Garantías regional que abra un expediente contra Morant para estudiar si sus manifestaciones contradicen los estatutos y si se ha saltado la línea programática del partido. Un expediente, por cierto, al que César Sánchez ni se refirió en el comunicado que remitió en la tarde de ayer.

Los partidos en la oposición en la Diputación pedirán en el próximo pleno, que se celebrará en septiembre, la reprobación y cese del vicepresidente de la Diputación, Alejandro Morant, por sus manifestaciones de corte xenófobo. Las formaciones de izquierdas se han puesto en contacto para ver si la medida que solicitarán al presidente de la institución se lleva a cabo de forma conjunta al estar tanto el PSPV, Compromís y EU de acuerdo en exigir que el también diputado de Hacienda y alcalde de Busot se quede sin cargos institucionales. De esta iniciativa se desmarca el diputado tránsfuga Fernando Sepulcre, que ya ha alertado, como ha publicado este diario, de que si el PP apoyara o se abstuviera en la reprobación retiraría su apoyo al equipo de gobierno. Sepulcre es, desde que abandonó Cs por las presiones de su expartido, báculo del PP en la institución provincial.

Ataques al Gobierno

César Sánchez indicó que la Diputación de Alicante «está en contra siempre de cualquier actitud o comentario racista o xenófobo». Sin embargo, el jefe de la institucion alentó el debate sobre la inmigración, uno de los discursos recuperados con fuerza por el PP de Pablo Casado. «Es el momento de que el Gobierno de Pedro Sánchez marque una política de inmigración seria y rigurosa para hacer frente a una realidad que no solo afecta a España, sino a toda Europa. Hasta la fecha sólo hemos visto por parte del Gobierno central actuaciones muy puntuales y estéticas en materia de inmigración, pero que no resuelven el problema, sino que lo agravan», apuntó.

Así, el hombre fuerte del PP de Alicante en Génova se refirió por ejemplo, aunque sin citarlo, a la acogida del Aquarius y atacó la política migratoria del Consell de forma indirecta y directamente del gobierno de Pedro Sánchez «porque no ataja el problema». Todo apunta a un nuevo conflicto entre la Diputación y la Generalitat en las aspiraciones de la primera de contrarrestar el poder del Consell en la provincia y de armar ya los argumentos ideológicos que calarán en los meses previos a las elecciones autonómicas y municipales previstas en mayo de 2019.