n Y con los socialistas sumidos en la preocupación y Podemos envuelto en un cisma que por ahora bloquea un pacto con EU que se ha convertido casi en la única tabla de salvación para unos y otros, Compromís se sumerge en ese convulso periodo de tensiones internas y de codazos para seguir en primera línea : las primarias para elegir sus candidaturas autonómicas y municipales en las grandes ciudades. Más preocupación para la izquierda. Cargos de la coalición esperan que en un plazo breve -esta semana que entra o, a lo sumo, la próxima- se convoque un proceso interno que es largo y farragoso. Será un reglamento similar al de 2015 con participación de militantes pero también abierto a simpatizantes. Y con listas que tendrán doble reserva: de género pero también de los partidos y grupos de la coalición para garantizarse unas cuotas de representación política.
Este proceso interno, con toda seguridad, va a poner sobre el tapete dos grandes movimientos dentro de la coalición: una disputa política que puede desembocar en un importante relevo generacional con la salida del parlamento valenciano de figuras que han protagonizado estos años como el presidente de las Cortes, Enric Morera, con la emergencia de nuevos líderazgos; y una serie de acuerdos que rompan los bloques de los partidos hasta el punto de que haya escenarios, como el de la ciudad de Alicante, de todos contra todos.
