El Fondo de Cooperación Municipal se ha convertido en el principal punto de fricción entre la Diputación de Alicante y el Consell. Hasta el punto de que el presidente de la institución provincial, Carlos Mazón, no sólo se ha negado por activa y por pasiva a entrar en ese fondo como sí han hecho sus homólogos de Valencia y Castellón, sino que incluso ha lanzado un plan alternativo dotado con 30 millones de euros con el que, a la sazón, tumba los principales argumentos con los que el Palau trataba de presionar a la Diputación para que se sumara a su proyecto: autonomía y libertad para los municipios a la hora de decidir si los recursos se destinan a gasto corriente o inversión, y más inyección para los pueblos pequeños, introduciendo, además, el criterio de la despoblación. Ahora bien, eso no ha impedido que la Diputación sí haya entrado en el Fondo Social Municipal impulsado por la Conselleria de Igualdad y Política Social que dirige la vicepresidenta, Mónica Oltra. Y tampoco ha sido freno para que se vaya a sumar ahora al Fondo de Cooperación para Municipios Turísticos de cara al próximo año. Tanto es así que el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, visitará hoy Alicante para reunirse con Mazón y ultimar los detalles de esta colaboración de cara a los presupuestos del próximo año.

La sintonía y colaboración entre una y otra parte han sido una constante desde que comenzó esta legislatura. Hasta el extremo de que Mazón y Colomer no sólo han hecho gala de su buena relación, sino que han impulsado acciones conjuntas en este tiempo, e incluso han sido aliados a la hora de mostrar su oposición a la implantación de la tasa turística. Ahora dan un paso más, al sellar una alianza que permitirá que la Diputación se integre en ese fondo de cooperación turístico, además, en un momento en el que uno de los principales motores de la economía provincial, el turismo, atraviesa la peor crisis de su historia por los devastadores efectos que están teniendo sobre el sector el covid-19 y las restricciones que se están aplicando para contener la pandemia.

El Fondo de Cooperación para Municipios Turísticos de la Comunidad Valenciana está dotado este año con 4,5 millones de euros, de los que 1,9 millones van para 64 municipios de la provincia de Alicante. De hecho, el fondo estaba dotado inicialmente con 500.000 euros, pero, con el objetivo de paliar los efectos del covid, el presupuesto se acabó multiplicando por nueve, llegando a esos 4,5 millones a repartir entre las tres provincias. El fondo, en cualquier caso, se basa en los criterios que recoge el Estatuto del Municipio Turístico, aprobado en enero y que desarrolla la Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad. Entre ellos destacan, entre otras cuestiones, como ya destacó el propio Francesc Colomer hace unas semanas, disponer de una población turística, que se valora con las plazas de alojamiento; tener al menos un recurso turístico de primer orden, o acreditar que el turismo es base de la economía de esa localidad.

A priori, parece que el presidente de la Diputación ya ha dado el plácet para entrar en este fondo, después de que en las últimas semanas se hayan intensificado las negociaciones y se haya consensuado esa adhesión. Lógicamente, ha influido el entendimiento que siempre ha marcado las relaciones entre una y otra parte, pero también la delicada situación por la que atraviesa el sector ha pesado. No tendría justificación lo contrario. Lo que ahora está por ver es cuál es la aportación de Turismo y cuál es la de la Diputación. De momento, lo más complicado se ha conseguido. Mazón mantiene su negativa a entrar en el Fondo de Cooperación Municipal del Consell. Siempre ha alegado que ahí no ha habido negociación, que es simple y llanamente una imposición. Sin embargo, ya está el compromiso de que se sumará al plan de Turismo, al igual que ya hizo con el Fondo Social Municipal de Oltra.