La nueva empresa de salud que ha diseñado la Conselleria de Sanidad para rescatar de manos privadas la gestión de determinadas prestaciones sanitarias, como el servicio farmacéutico de las residencias sociosanitarias y el de las resonancias magnéticas, arrancará con un presupuesto anual de 25 millones y, según los cálculos estimados, su funcionamiento permitirá a la Generalitat un ahorro de más de 30 millones. Así consta en la memoria económica del proyecto de decreto-ley que crea esta mercantil y que está listo para someterse este viernes al pleno del Consell, tal como adelantó ayer este diario.
La empresa que en principio restringirá sus funciones a gestionar ambos servicios (farmacéutico y resonancias magnéticas) permitirá al Botànic asumir la gestión directa pública de estas prestaciones en el momento en que finalicen los contratos y dar solución al complejo encaje del personal en el servicio público sanitario que, de un lado, dé garantías a la plantilla subrogada, pero, de otro, evite que este personal acabe convertido en una suerte de pseudofuncionario, tal como ocurrió con el rescate del Hospital de Alzira.
En la configuración de esta nueva mercantil ha pesado un dictamen del Consell Jurídic Consultiu (CJC), en el que se apostaba por esta vía para engrosar la plantilla pública evitando una entrada por la puerta falsa a la Generalitat.
Un servicio rentable
Pero el departamento que dirige Ana Barceló no solo ha querido curarse en salud respecto al espinoso asunto del personal. También quiere justificar convenientemente las bondades de ambos procesos y demostrar que, más allá de una cuestión ideológica, prestar el servicio de forma directa es rentable.
De hecho, el informe económico habla de un ahorro estimado que podría superar los treinta millones de euros. En concreto, por la prestación directa de las pruebas de resonancia magnética cifra en 21 millones el ahorro, mientras que el cambio del modelo de prestación farmacéutica en las residencias podría tener un impacto positivo en términos de ahorro superior a diez millones. La incorporación del programa de atención farmacéutica en las consellerias y su extensión hasta 5.755 plazas a lo largo de 2021 y 2022 supondrá una ahorro neto mínimo de 4,1 millones anuales. Además, desde la Conselleria de Sanidad calculan que para el año 2021 y 2022, si se consideran solo los costes comparables entre ambos modelos de prestación, se evitaría un gasto adicional de 6,2 millones de euros.
La memoria económica es exhaustiva, ya que detalla todas las partidas de gasto de la nueva empresa, así como el coste anual de estos servicios en manos externas. La firma tendrá un departamento administrativo con 32 personas a su cargo, entre ellas, la gerencia. El gasto por nómina será de un millón y el gasto general (alquileres, dietas, etcétera) se eleva a 3 millones.
Con la vista puesta en el futuro
La conselleria cifra en 117 el personal estimado que se subrogará al vencer el contrato de las resonancias magnéticas y no descarta crear en un futuro plazas de personal estatutario si existiera necesidad de personal. Se estima que el personal de los centro sociosanitarios susceptibles de subrogación asciende a 55 personas, en su mayoría vinculados al ámbito de farmacia.
