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La derecha utiliza la violencia machista en las Cortes para erosionar al Botànic el 25-N

La oposición utiliza el maltrato obstétrico y la sentencia contra el exmarido de Oltra por abusar de una menor tutelada para atacar a la izquierda y condenar la gestión del Consell - Puig llama a no dar un paso atrás frente al maltrato a la mujer pero no aplaca las críticas

El hemiciclo guardó un minuto de silencio para rechazar la violencia contra las mujeres. | INFORMACIÓN

Guardar un minuto de silencio por todas las víctimas y, especialmente, por la violencia ejercida contra las mujeres. Ese fue el único punto de acuerdo alcanzado entre las bancadas de la derecha y la izquierda en las Cortes valencianas este jueves, 25 -N, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. La sesión de control que se inició con sesenta segundos para la reflexión y la conmemoración fue solo el preludio de un áspero debate de confrontación. De poco sirvió al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, enfatizar el rechazo del Consell hacia el terrorismo machista. Tampoco le valió su llamamiento a reaccionar con contundencia frente a esta lacra sin dar ni un paso atrás. La oposición en bloque acudió dispuesta a redoblar la presión contra el Botànic, en general, y contra la vicepresidenta primera en particular, con tal de erosionar al Ejecutivo en un día señalado. La polémica sobre la violencia obstétrica y la gestión de Mónica Oltra como consellera de Igualdad en el caso de abusos a una menor tutelada fueron las dos principales líneas de ataque en una bronca sesión en la que la Mesa tuvo que llamar al orden en numerosas ocasiones.

Aunque fue la síndica del grupo popular, María José Catalá, la que abrió el turno de intervenciones, el foco en el hemiciclo estaba puesto desde el inicio en Ciudadanos. Los diputados de la formación naranja desembarcaron en las Cortes con camisetas que recordaban a otros tiempos, a aquellos anteriores a la era botánica. En este caso, las prendas llevaban impresa la cara de la vicepresidenta de la Generalitat y la inscripción «Oltra vete ya», una performance política que, en cualquier caso, evocaba, precisamente, al pasado activista de la propia líder de Compromís frente al todopoderoso PP de las mayorías absolutas y los casos de corrupción. Con todo, la portavoz del PP preguntó a Puig quién protege a los menores tutelados por la Generalitat y si es permisible que se criminalice al personal sanitario al querer tipificar la violencia obstétrica como violencia machista, tal y como promueve el Botànic con una enmienda a la Ley de Acompañamiento, lo que ha generado un tsunami de críticas. Aunque Puig anunció que el pleno del Consell aprobará hoy la estrategia valenciana de infancia y adolescencia, que contará con «todos los medios disponibles para atender a «los más débiles», la síndica popular insistió para que se pronunciara sobre dos asuntos concretos: el caso de abusos a una menor tutelada por un educador exmarido de Oltra, recordándole la investigación de la Comisión Europea sobre abusos sexuales en centros de menores de la Comunidad, y sobre qué opina sobre la iniciativa vinculada a la violencia sobre mujeres embarazadas o durante el parto. Para Catalá, Puig se deja llevar por «un supuesto feminismo que no condena la violencia cuando les afecta a ellos».

El PP anunció, además, que ha registrado una proposición no de ley en el registro de las Cortes para «erradicar el término violencia obstétrica» y rechazarlo como una «modalidad de violencia de género». También promueve una comisión de investigación en el Congreso sobre casos de presunta explotación sexual y abusos a menores tuteladas en Baleares y la Comunidad Valenciana.

Diputados de Cs con camisetas con la inscripción «Oltra vete ya», junto a Ana Vega (Vox). | BIEL ALIÑO / EFE

Cese o dimisión

La portavoz de Cs se refirió a un tipo de feminismo «excluyente e hipócrita» entre las filas de la izquierda y se dirigió a Oltra para reclamar su dimisión: «Por favor, váyase ya». La diputada María Quiles fue la encargada de explicar por qué se habían puesto dichas camisetas: para probar con su mismo lenguaje, «a ver si conseguimos que Oltra abandone o la cesen».

Fue el conseller de Educación, Vicent Marzà, quien salió en defensa de la vicepresidenta: «No solo no se tiene que ir, sino que tiene que estar muchos más años. Gracias, Mónica, por tu trabajo», le dijo».

El presidente de la Generalitat evitó en todo momento en sus respuestas abordar el asunto del abuso sexual y el de la violencia obstétrica, sobre todo porque en este último el grupo del PSPV ha reculado tras la presión social y del ámbito sanitario por querer vincularla con violencia machista. Los socialistas tratan ahora de buscar un nuevo acuerdo a contrarreloj con sus socios para salir de ese túnel. No obstante, tanto Compromís como Unides Podem apostaron por marcar perfil propio y sí defendieron esa tipificación.

Fue la propia Oltra quien rechazó las «insidias» de la derecha por asegurar que la enmienda del Botànic a la Ley de Acompañamiento sobre violencia obstétrica criminaliza a los profesionales cuando, a su juicio, se trata de equiparar lo establecido por el Convenio de Estambul a la normativa autonómica, además de subrayar que «no es un invento y está catalogado por la OMS». También dijo que se pretenden articular herramientas para ofrecer asistencia a mujeres que llegan desde otros países y han sufrido ese tipo de violencia. La síndica de los morados, Pilar Lima, se pronunció en el mismo sentido. Defendió la iniciativa y censuró que «siempre que hay avances feministas hay resistencias».

6,5 millones para luchar contra la brecha salarial en la Administración

La Generalitat Valenciana destinará 6,5 millones de euros en un plan estratégico que tiene por objetivo luchar contra la brecha salarial en la Administración pública, según anunció el jefe del Consell, Ximo Puig, durante la sesión de control de este jueves.

Fue el pasado mes de julio cuando la Generalitat firmó con los sindicatos en la Mesa General de Negociación un acuerdo de legislatura para trabajar en este sentido. A tal fin, los presupuestos autonómicos para 2022 incluyen una partida dotada con los citados 6,5 millones para reducir las diferencias salariales que existen en algunos puestos de la Administración que están feminizados y que, según se ha detectado, tienen menor remuneración.

Se trata de un acuerdo a tres años, lo que supone que en las cuentas para los ejercicios de 2023 y 2024 se seguirán destinando recursos para la reducción de esta brecha hasta conseguir su eliminación, según trasladaron ayer fuentes de la Generalitat.

«Hay algo fundamental que es la dignidad, y para garantizarla es fundamental la igualdad», reivindicó el líder autonómico durante la sesión celebrada el 25-N. Recordó igualmente que se está trabajando en el anteproyecto de la Ley Valenciana de Igualdad, que se centrará en la igualdad en el ámbito laboral y en la lucha contra la brecha salarial, y señaló que, entre otras actuaciones, se va a seguir impulsando los planes igualitarios también en las empresas, y que Labora pondrá en marcha por primera vez el programa Avalem Dones, que destinará 40 millones de euros para beneficiar a 32.600 mujeres. Con todo, destacó que la partida destinada a la lucha contra la violencia machista se ha cuadruplicado desde 2015 hasta los 28,3 millones de euros previstos para el ejercicio 2022.

Compromís aprieta con la tasa turística y pide al PSPV «valentía»

Los valencianistas volvieron este jueves a la carga con la tasa turística. El síndic de Compromís, Fran Ferri, instó desde la tribuna de las Cortes a actuar con «valentía» de cara a los presupuestos de 2022 para activar este impuesto. Lo hizo a través de un mensaje dirigido evidentemente al PSPV, el único socio de la coalición botánica que rechaza la aprobación de este gravamen al considerar que en estos momentos, cuando todavía se arrastran las consecuencias de la crisis del covid, no procede. Además, los socialistas rechazan imponer la tasa sin escuchar previamente al sector.

Ferri defendió que, en realidad, la tasa turística «ya existe, lo que pasa es que la pagamos los valencianos y queremos que la paguen los turistas, con una aportación simbólica por el gasto que generan». El portavoz de Compromís aseguró que la evidencia científica demuestra que la entrada en vigor de este gravamen no reduce las visitas. En ese punto, cargó contra el PSPV, pero sin citarlo expresamente, al estimar que hay quien asegura que aprobar ahora el impuesto es precipitado, aunque se lleva pidiendo desde el año 2017, y cuando cada ayuntamiento tendrá la posibilidad de decidir cuándo se activa y cómo. El síndic esgrimió que este octubre se ha registrado un 26% más de flujo turístico que el pasado año y recalcó que «no hay razones para el inmovilismo», instando al PSPV a dar pasos.

El jefe del Consell, Ximo Puig, no hizo ni la menor referencia a esta cuestión en su respuesta. Así las cosas, Compromís y Unides Podem seguirán adelante con su propuesta de aprobación de la tasa y, salvo un giro de guion, el PSPV tumbará la iniciativa.

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