Tasa turística, ¿sí o no? Este fue uno de los puntos que debatieron este lunes cuatro alcaldes de municipios de la provincia. Entre ellos, posturas diferentes. Mientras el alcalde de Altea, Jaume Llinares, defendió el sí; los alcaldes de Xàbia, José Chulvi; el de El Campello, Juan José Berenguer; y el de l’Alfàs del Pi, Vicente Arques, defendieron todo lo contrario. El escenario fue el Foro Municipalismo organizado por INFORMACIÓN y se produjo durante la mesa de debate sobre el turismo.

Llinares defendió que «puede ser un recurso más» para atender las necesidades de los municipios; siempre y cuando se distribuya de «forma razonable». Además, apuntó que el argumento de que puede reducir las pernoctaciones «es peregrino». El resto de alcaldes se mostraron contrarios. Arques lanzó un «no rotundo» porque «no es el momento», ya que el sector turístico «ha sufrido mucho» por la pandemia. Pero recalcó que no es tiempo ni del debate. El alcalde de El Campello se unió al argumento del alcalde de l’Alfàs y el primer edil de Xàbia apuntó que «hay que buscar el momento para plantearla y siempre con el consenso de todos los actores implicados». Así indicó que, «si sale finalmente, ese dinero tiene que ser para los ayuntamientos».

La mesa de diálogo también se centró en la necesidad de más subvenciones y recursos para atender a la población real, es decir, a los vecinos, pero también a aquellos que tienen segunda residencias o a los turistas y visitantes. Porque estos municipios turísticos atienden cada año a mucha más población de la que tienen censada y solo con los recursos disponibles.

Los alcaldes consideran que, aunque puedan llegar subvenciones o ayudas, no son suficientes. «Aceptamos los recursos que tenemos y los que nos llegan, pero pedimos más porque es difícil cubrir todos los servicios», argumentó el alcalde de Altea. El municipio, como le ocurre a otros muchos, recibe a miles de turistas cada año que «buscan una calidad e infraestructuras que nunca serán suficientes». Un argumento que compartieron los otros ediles: «Los municipios turísticos tienen un problema con la población flotante», indicó el alcalde alfasino. «Hay 20.000 empadronados pero convivimos 40.000». Arques argumentó que «todas subvenciones que lleguen son pocas».

El alcalde de El Campello añadió que «es un problema común a todos los municipios», que duplican la población cuando llega la temporada turística. Y Berenguer se refirió a la segunda descentralización: «Está bien que aporten fondos las comunidades porque los ayuntamientos somos la administración más cercana». Chulvi añadió que «tenemos que tener dimensionados los servicios para toda la población que pueda venir». Y afirmó que son necesarias más ayudas económicas, pero también «tener más flexibilidad a la hora de adaptar los servicios a las circunstancias de cada momento». Con todo, los ayuntamientos que debatieron sobre turismo coincidieron en un punto: a pesar de las dificultades por el covid, el verano de 2020 y el de 2021 han sido buenos en cuanto a cifras turísticas, sobre todo en Xàbia y Altea.