Aitana Mas rechaza la "demagogia" del PP sobre el Tajo-Segura

La vicepresidenta del Consell, Aitana Mas, ha rechazado la "demagogia" sobre el trasvase Tajo-Segura y ha aseverado que la Generalitat está "en las soluciones y no en las confrontaciones".

Así lo ha manifestado Mas en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell de este viernes, celebrado en Castell de Cabres, donde ha respondido al presidente del PPCV, Carlos Mazón, que ha acusado al Gobierno de "desenterrar el hacha de guerra" con el Tajo-Segura al acordar un trasvase de 7,5 hectómetros cúbicos para septiembre únicamente destinados a abastecimiento humano.

Mas ha señalado que el Consell ha funcionado de manera "unida y coordinada" en este ámbito y se ha mostrado "en total desacuerdo" con las acusaciones de Mazón hacia el Gobierno autonómico, a quien habitualmente le afea la supuesta falta de contundencia frente a las decisiones que se toman desde Madrid

La también portavoz autonómica ha defendido que desde la Generalitat se mantiene una "línea de diálogo que no existía con gobiernos anteriores", en referencia al Ejecutivo central. Ha dicho que lo que supone un paso atrás es hace demagogia con un tema tan serio para las comarcas del sur, en relación especialmente con la Vega Baja.

Tal y como ha publicado este diario, la sequía se alía con el Ministerio para la Transición Ecológica y el gobierno de Castilla-La Mancha en la cruzada para acabar con el Tajo-Segura… para la agricultura. La alarmante ausencia de lluvias en España los embalses por debajo del 40% de su capacidad ha terminado por minar las reservas de agua en la cabecera del Tajo, en concreto en los embalses de Entrepeñas y Buendía. Esta semana el complejo hidráulico desde que arranca el trasvase almacena 490 hm³, con lo cual se ha situado a tan solo 90 hm³ de su cierre definitivo para todos lo usos y ya impuesto este mes de septiembre al sector agrícola. Una coyuntura que según los técnicos de la comisión que analiza y decide los trasvases se prolongará durante el próximo semestre. Eso significa que la prioridad de garantizar el suministro urbano a la población impedirá trasvasar agua para riego y en los embalses de la cuenca del Segura solo hay almacenados 46 hm³, caudal al que hay que sumar otros 15,3 hm³ que adeuda el Ministerio de anteriores trasvases aprobados y no satisfechos. Se impone el agua desalada, cara e insuficiente para garantizar un volumen de negocio de 3.000 millones de euros al año de un sector, el agroalimentario, que es el segundo en importancia en la provincia de Alicante tras el turismo con un peso del 4% en el PIB.