La sequía se alía con el Ministerio para la Transición Ecológica y el gobierno de Castilla-La Mancha en la cruzada para acabar con el Tajo-Segura… para la agricultura. La alarmante ausencia de lluvias en España que dejado los embalses por debajo del 40% de su capacidad ha terminado por minar las reservas de agua en la cabecera del Tajo, en concreto en los embalses de Entrepeñas y Buendía. Esta semana, el complejo hidráulico desde el que arranca el trasvase almacena 490 hm³, con lo cual se ha situado a tan solo 90 hm³ de su cierre definitivo para todos los usos y ha impuesto este mes de septiembre el cierre al sector agrícola. Una coyuntura que según los técnicos de la comisión que analiza y decide los trasvases se prolongará durante el próximo semestre.

Es decir, que la prioridad de garantizar el suministro urbano a la población impedirá trasvasar agua para riego y en los embalses de la cuenca del Segura solo hay almacenados 46 hm³, un caudal al que hay que sumar otros 15,3 hm³ que adeuda el Ministerio de anteriores trasvases aprobados y no satisfechos. Se impone el agua desalada, cara e insuficiente para garantizar un volumen de negocio de 3.000 millones de euros al año de un sector, el agroalimentario, que es el segundo en importancia en la provincia de Alicante tras el turismo con un peso del 4% en el PIB.

Sin agua no hay negocio y, ahora mismo, se compromete el futuro, además, del 70% del sector, compuesto por pequeños y medianos agricultores, según avanza Lucas Jiménez, presidente del Sindicato Central de Regantes del Trasvase Tajo-Segura. Y todo en un marco que no llega al consumidor porque el mercado se completa, casi todo el año además, con productos que llegan de Senegal, Mali, Marruecos, Argentina, Perú, Chile y Sudáfrica.

“La situación es alarmante, en especial para nuestro sector, pero también para toda España. Ahora mismo estamos pagando el agua desalada con un precio político que la deja a 0,50 euros el metro cúbico. Cara pero asumible pero la vigencia del Real Decreto finaliza en diciembre cuando por el coste de la electricidad el metro cúbico de agua se pondrá como ya está ahora mismo sin subvención, por encima del euro. Coste que no se puede asumir. ¿Cultivo más afectado?. Los citricos. ¿Cómo vamos a cultivar naranjas con esos costes cuando después nos pagan ocho céntimos por kilo de naranjas? Cierto que estamos negociando con el Gobierno mantener la subvención pero ni así salen las cuentas porque el agua desalada debe mezclarse con la de los embalses y los ríos para ser útil”, sentencia Lucas Jiménez. "Al final va a resultar más barato regar con agua mineral embotellada".

"Al final va a resultar más barato regar con agua mineral embotellada".

Lucas Jiménez - Presidente Sindicato Central de Regantes del Tajo-Segura

Ángel Urbina, presidente de la SAT San Enrique subraya que “el 1 de octubre nos vamos a encontrar con que en los embalses de Entrepeñas y Buendia tendremos 480 hm3 de existencias en una de las sequías más fuertes en los últimos años. ¿ De quién es el mérito ? A los regantes y usuarios del Tajo no les ha faltado ni una sola gota de agua, los abastecimientos atendidos al cien por cien, se ha puesto en marcha la tubería manchega, se han mandado agua a las Tablas de Daimiel”.

Urbina subraya que sólo a los regadíos del Levante del Tajo-Segura no se les ha atendido. Cuando más gastamos, nos mandan 3,5 hm3 en julio , 2'5 hm3 en agosto y 0 hm3 en septiembre. “Menos mal que teníamos agua embalsada. Ahora nos comemos el margen ¿Y que nos queda?”.

Urbina lo deja claro. “Este Gobierno, ni sabe, ni quiere que los regadíos continuemos trabajando. Es tal el despropósito que se está haciendo en el Tajo-Segura, que cuando nos dejen esquilmados y se vayan, si vuelven la cabeza para ver su obra se tenían que convertir en estatuas de sal, como dicen le pasó a la mujer de Lot. Ahora les queda una reserva de 400 hm3 de reserva para ellos, que ni la tocan, más 80 hm3. Podrían dar algo al regadío en octubre ,digo yo, porque llover algún día lloverá y como siempre el Alto Tajo con sus problemas”.

Los cítricos no pueden soportar los costes del agua desalada que, además, debe mezclarse para su uso. Tony Sevilla

En cuanto al consumo urbano, el único que está garantizado, desde octubre de 2021 al pasado agosto la Mancomunidad de Canales del Taibilla ha empleado 70,13 hm3 del trasvase Tajo-Segura; 73,90 hm3 de desalación y 42,96 hm3 del río Taibilla. Por su parte, el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, celebra en el año hidrológico que está próximo a finalizar se han trasvasado del Tajo al Segura 231 hectómetros cúbicos, 84 hm3 menos que antes de que se modificaran las normas de explotación del trasvase.

"Si vuelven la cabeza para ver su obra se tenían que convertir en estatuas de sal, como dicen le pasó a la mujer de Lot"

Ángel Urbina - Presidente de la SAT San Enrique

La falta de lluvias este verano ha obligado a decretar la prealerta por sequía en la cuenca del Segura justo en el momento, además, en el que el Ministerio para la Transición Ecológica ultima la revisión del plan de cuenca del Tajo con el aumento el caudal ecológico a 8 metros cúbicos por segundo, lo que recortará hasta en 130 hm³ al año el trasvase (sumada la modificación de la normas de explotación). Una medida que llegará, además, en el inicio del nuevo año hidrológico el próximo 1 de octubre.

El abastecimiento para el regadío con agua del río Segura está garantizado hasta octubre pero si no llueve en el otoño se declarará la situación de alerta por sequía, lo que conllevará restricción del para riego y campañas, estas, de momento voluntarias, para que se restrinja el uso en el abastecimiento urbano. Los embalses se encuentran al 40% de su capacidad. Esto supone unas existencias de 454 hectómetros cúbicos -77 hm³ en La Pedrera- de los 1.140 hectómetros que pueden almacenar los pantanos de la cuenca.

El problema añadido es que muchas comunidades de regantes de los municipios agrícolas siguen sin tener conexión ni con las desaladoras, ni con el agua del trasvase del Júcar. En cuanto a los municipios, los del Medio y Alto Vinalopó pueden seguir sacando agua de los acuíferos.

Júcar-Vinalopó

Por otro lado y en cuanto al otro gran trasvase el problema parece en vías de solución tras la imporante cesión de los regantes. La Junta Central de Usuarios del Júcar-Vinalopó cerró el pasado 5 de agosto un principio acuerdo con la Confederación Hidrográfica el Júcar y la empresa estatal Acuamed -las bases del futuro convenio tendrán que se ratificadas por la asamblea general de la Junta el próximo dia 28 y la ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera- para fijar las normas de explotación del trasvase Júcar-Vinalopó para, en principio, un periodo de diez años, entre 2023 y 2033.

Te puede interesar:

El acuerdo fija un precio máximo del agua de riego de 0,24 euros el metro cúbico, y el compromiso de Acuamed de ir aumentado progresivamente la cantidad de agua de riego desde los 12 hm³ iniciales el año que viene a un total de 37,5 hm³ en 2033. Un caudal que se elevará año tras año que incluirá en su tarifa, si al final se aprueba, la polémica amortización de los 200 millones de euros que el Gobierno endosó a los usuarios del agua de Vinalopó, l`Alacantí y Marina Baixa, tras el cambio de toma del agua de Cortes de Pallás al Azud de la Marquesa, donde sigue habiendo problemas con la calidad.

Otro de los avances para fijar las bases definitivas del trasvase Júcar-Vinalopó es que la Confederación Hidrográfica del Júcar se compromete a que los ayuntamientos y los agricultores sigan extrayendo agua de los acuíferos. Para uso urbano el agua subterránea está garantizada -elevar agua desalada al Medio y Alto Vinalopó es un disparate económico- y los agricultores irán captando menos caudal a medida que éste vaya fluyendo por las tuberías del trasvase, según apunta Ángel Urbina, portavoz de la Junta Central.