El Gobierno valenciano ha dado luz verde a la reforma tributaria que busca acentuar la progresividad en un contexto condicionado por la inflación y la crisis energética. El nuevo marco fiscal beneficiará a las rentas de hasta 60.000 euros. Verán rebajada la factura del pago de impuestos en 149 millones de euros, aunque el ahorro total podría llegar hasta los 180 millones por el efecto de las nuevas deducciones que entrarán en vigor. Asimismo, se recaudarán 50 millones de euros adicionales en concepto de IRPF, Impuesto de Transmisiones e Impuesto de Patrimonio. Ese es el esfuerzo extra que se les exige a quienes más tienen, que es la filosofía que hilvana el acuerdo rubricado por el Botànic tras casi un mes de negociaciones.

El pacto definitivo se materializó en el pleno que el Consell celebró este lunes con carácter extraordinario, tras días de tira y afloja entre el PSPV, Compromís y Unides Podem. De esta forma, el presidente de la Generalitat saca adelante su compromiso de acometer una bajada de impuestos que beneficie a la inmensa mayoría de valencianos. En concreto, al 97,4% de los contribuyentes, lo que permite rebajar la tributación a 1,34 millones de declarantes y posibilita que 962.000 tengan cuota cero. Ahora bien, el morador del Palau se ha visto obligado a pagar el precio que le exigían sus socios, el de incrementar la fiscalidad a rentas altas y grandes patrimonios para compensar en parte la pérdida de recaudación. En términos globales, la Generalitat dejará de ingresar, por un lado, hasta un máximo de 180 millones de euros y recibirá, por otro lado, una aportación extra de 50 millones. Ese es un balance con el que Ximo Puig, Aitana Mas y Héctor Illueca se mostraron satisfechos. Los tres posaron delante de las cámaras para proyectar la unanimidad del Ejecutivo en torno al acuerdo alcanzado.  

Se trata de un paso al frente que, en su día, levantó ampollas en La Moncloa y en Ferraz, al considerar que el barón socialista valenciano había entrado al juego de las bajadas de impuestos patrocinadas por la derecha. No obstante, en la Comunidad Valenciana se ha reducido la carga fiscal a una parte de la población y, al mismo tiempo, se le ha aumentado a un sector determinado; una medida que distancia la fórmula aplicada de las puestas en marcha en territorios como Madrid o Andalucía, que han suprimido, además, impuestos como el de Sucesiones.

 A efectos prácticos, la reforma se formalizará a través de dos procedimientos. Las rebajas fiscales se plasmarán a través del decreto ley que fue aprobado por el Consell, con efectos desde el uno de enero de 2022, de forma que los beneficios fiscales se plasmarán en la declaración de la renta de la próxima primavera. Por otro lado, los incrementos impositivos se articularán a través del proyecto presupuestario para 2023, que afronta en estos momentos la recta final de su negociación. De hecho, en el mismo pleno se aprobó la Ley de Medidas Fiscales, de Gestión Administrativa y Financiera y de Organización de la Generalitat, conocida como ley de acompañamiento de 2023. En cualquier caso, la subida de impuestos no se materializará hasta la renta de 2024, después de las elecciones, cuando se prevé que aumenten el tipo de IRPF para rentas a partir de los 75.000 euros, lo que permitirá recaudar 10,5 millones adicionales. 

En lo que respecta al Impuesto de Patrimonio, se ha pactado un aumento del 0,25% de los últimos tramos, es decir, a las rentas superiores a 1,3 millones de euros, sin contar el mínimo exento y el valor de la vivienda habitual. Esta medida permitirá ingresar 25 millones extra. Sobre Transmisiones Patrimoniales, se acuerda una subida del 10% al 11% para transacciones de viviendas de más de un millón de euros, lo que permitirá recaudar 15 millones más. 

El titular de Hacienda, Arcadi España, restó importancia al hecho de que, en definitiva, la reforma fiscal genere un agujero económico, es decir, que reduzca al fin y al cabo los ingresos. El conseller explicó que la Generalitat recaudó con el tramo autonómico del IRPF 4.400 millones en 2020 y 2.800 millones en impuestos propios, por lo que cree que el posible impacto de esa merma es ínfimo en comparación con el volumen global de fondos. Aseveró que no se traducirá en recortes y que el objetivo del Botànic ha sido el de utilizar medidas fiscales para «hacer política social». 

Mas, por su parte, aunque admitió que las subidas de impuestos serán reversibles si la izquierda no retiene el Gobierno valenciano tras los comicios previstos para mayo de 2023.

Baja de impuestos en 2022

La reforma que vehicula la bajada de impuestos se articula en torno a tres ejes. En primer lugar, un aumento del 10% las cantidades mínimas exentas de tributación. De esta forma, el tipo general pasa de 5.550 euros a 6.105 euros; mientras que para contribuyentes mayores de 65 años, de 6.700 euros a 7.370 euros. Para contribuyentes mayores de 75 años, el mínimo exento pasa de 6.950 euros a 7.645 euros. Para el caso de contribuyentes con discapacidad, los tramos varían desde los 3.000 a a los 9.000 euros. También aumentan un 10% los mínimos para descendientes (por primer hijo pasa de 2.400 a 2.640 euros; y por tercer hijo, de 4.000 a 4.400 euros); así como para ascendientes mayores de 65 años, de 1.150 euros a 1.265 euros; y para mayores de 75 años, de 1.400 a 1.454 euros.

En segundo lugar, se incluye una nueva tarifa del tramo autonómico del IRPF por la que una renta de 19.000 euros se ahorrará 97,95 euros en la renta; mientras alguien con renta de 48.000 euros ahorrará 57 y alguien que cobre más de 65.000 pagará 0,1 euros más.

Se incrementará al máximo del 10% los mínimos exentos de tributación y se incrementan al mínimo de renta las deducciones de la Generalitat: "Se sube su cuantía y el límite de renta", ha explicado España. También ha destacado el aumento de valencianos que tendrán cuota cero, al incrementarse estos mínimos.

Aitana Mas, Ximo Puig y Héctor Illueca. Información

El tercer eje consiste en el aumento de las deducciones un 10%: la de nacimiento, por ejemplo, pasa de 270 a 300 euros, y la de alquiler de la residencia habitual incrementa su límite hasta los 800 euros, de los 700 actuales. El límite de renta para beneficiarse de las deducciones sube de 25.000 a 30.000 el individual; y de 40.000 a 47.000 el conjunto. Se incorporan además dos nuevas deducciones: de 100 euros por el incremento de los intereses de las hipotecas, que permitirá que los contribuyentes se deduzcan el 50% de la diferencia entre intereses abonados en 2022 y los del año anterior con un límite de 100 euros. También habrá una deducción para mujeres que estén en tratamientos de fertilidad no cubiertos por la sanidad pública, también por una cuantía de 100 euros.