A poco más de seis meses para las elecciones autonómicas, y cuando las encuestas auguran un resultado muy ajustado entre los bloques de la izquierda y la derecha, el debate parlamentario sube de revoluciones en las Cortes Valencianas. A fin de cuentas, el guion esperado de un final de legislatura. El presidente de la Generalitat y líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, ha decidido entrar en el cuerpo a cuerpo con el que será su principal rival en la próxima cita con las urnas, el ahora presidente de la Diputación de Alicante y líder del PPCV, Carlos Mazón. Todo a cuenta de los salarios, de los emolumentos que ambos perciben como representantes públicos. El socialista, sin rodeos, cuestionó este jueves que el popular mantenga un sueldo en la institución provincial que es, incluso, mayor que el que percibe él como líder del Gobierno valenciano.

El jefe del Consell entró al trapo a partir de una intervención de la síndica de Cs. Los naranja le reprocharon que se suba el sueldo en plena crisis energética y cuando familias y empresas están con el agua al cuello para poder afrontar sus gastos, para llegar a fin de mes o no verse obligados a bajar la persiana. Puig no pasó por alto esa embestida política y, acto seguido, activó el modo contraataque. «Que usted aluda al sueldo no es demagógico, es lo siguiente», comenzó.

Inversión

El socialista hizo una radiografía de cómo se encuentra Cs, un partido en proceso de descomposición, y repasó qué es lo que hace allá dónde gobierna. En ese sentido, recordó que los naranja mantienen dos representantes en la Diputación de Alicante. Dos cargos públicos que, según Puig, tienen una corte de nueve asesores a su cargo que cobran sueldos mayores que los propios consellers del Gobierno Valenciano. Añadió, además, que la institución provincial que lidera Mazón ejecutó 15 millones de euros en inversiones el pasado año. Y para 15 millones en inversiones, ironizó con media sonrisa, «tiene un presidente que cobra más que el presidente de la Generalitat, y dos (diputados) de Cs que cobran más que cualquier conseller».

«Eso es coherencia», inquirió a la portavoz parlamentaria de los naranja mientras recibía los aplausos de la bancada de la izquierda. A Ruth Merino también le recordó que Cs forma parte del Gobierno de la Comunidad de Madrid, donde su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, cobra más de 100.000 euros, y los consejeros más de 90.000 euros.

Ximo Puig durante una de sus intervenciones de este jueves, en las Cortes Valencianas. Información

El sueldo de los representantes públicos se ha convertido en trending topic en los últimos días. Por una parte, porque el Ejecutivo autonómico (PSPV, Compromís y Unides Podem) ha acordado un incremento de salario del 4% para todos los miembros del Consell. Por otro lado, porque el Ministerio de Política Territorial ha hecho público el emolumento que percibió en 2021 el presidente de la Diputación de Alicante. Con la subida, Puig pasará de cobrar 74.800 euros al año a 77.800 en 2023. Mazón, que se mantendrá el sueldo, continuará percibiendo un salario base de 84.891 euros brutos anuales. Todo teniendo en cuenta que ambos reciben, además, ciertos suplementos en la nómina. 

El propio Mazón cuestionó hace pocos días la subida de sueldos del Consell. «Es una burla que el Gobierno valenciano hable de una reforma fiscal con la que el máximo ahorro serán 100 euros al año para algunas personas, mientras que todos los altos cargos de la Generalitat, incluido Puig, se van a subir el sueldo más de 3.000 euros». Ahora es Puig quien se la ha devuelto, y utilizando el altavoz que le brinda la Cámara autonómica. 

Nadie duda de que esta batalla no ha hecho más que empezar.