Portavoz de Iniciativa y diputado de Compromís-Sumar en el Congreso

Alberto Ibáñez: «Para que Compromís sea viable es necesario subsanar la pérdida de confianza entre socios»

No corren precisamente los mejores tiempos en el seno de Compromís, y más en concreto en Iniciativa, formación esta última que esta semana ha perdido a una decena de militantes, entre los que se encuentran Sergi Campillo y Luisa Notario.

Alberto Ibáñez, durate la entrevista realizada en las instalaciones de INFORMACIÓN.

Alberto Ibáñez, durate la entrevista realizada en las instalaciones de INFORMACIÓN. / Alex Domínguez

M. Vilaplana

M. Vilaplana

¿En qué punto se encuentra ahora Compromís, después de la salida del Gobierno autonómico y las discrepancias internas que se vienen arrastrando entre Més e Iniciativa?

Cuando se pierde el Gobierno, se tiene que hacer una reflexión profunda. Las elecciones generales anticipadas no permitieron analizar los resultados y estamos ahora en ello, justo en el mismo momento en el que se está negociando la investidura de Madrid. Pero, como aprobó el 85% de la militancia, estamos inmersos en un proceso que culmina en febrero, y que tiene como objetivo decidir cuál es el espacio estratégico a ocupar y cómo resolver las debilidades organizativas de Compromís.

¿Qué es lo que no está funcionando en Compromís?

Hay una a parte que funciona, que es la parte institucional, para dar cumplimiento al programa electoral con el que nos presentamos a las elecciones. Y luego una parte orgánica que está formalmente suspendida, pero que yo espero y deseo que de manera rápida sepamos reconducir y nos permita ser una herramienta más ágil y más eficaz. Compromís necesita organizarse mejor, necesita asumir que, cuando las tres partes funcionamos bien, funciona bien el proyecto colectivo. Y luego, evidentemente, hay una parte de reparación de las confianzas. Para que Compromís sea viable es necesario subsanar la pérdida de confianza entre todos sus socios. Cuando tú siempre has mantenido una postura de fidelidad y de coherencia, resulta un poco más difícil, pero creo que vamos por el buen camino.

¿Es una cuestión de contenidos o de personas?

Yo creo que lo que hace falta es por un lado avanzar en la organización de Compromís con mecanismos que garanticen mejor el cumplimiento de los acuerdos y que dejen menos espacio a la interpretación de los mismos. Y luego hay que buscar un espacio de dirección política que coordine la actividad en las Cortes, en el Congreso y en los ayuntamientos, y que piense en cómo vamos a mejorar para evitar que la derecha y la derecha extrema sigan gobernando. Y ahí Compromís es una organización que tiene bastantes liderazgos corales y, por tanto, creo que nos podremos poner de acuerdo.

Este viernes se ha conocido la salida de Iniciativa de Sergi Campillo, Luisa Notario y de Daniel Mestre, entre otras personas, en València. ¿Es el principio de nuevas fugas?

Insisto en que estamos inmersos en un proceso de reflexión. Sin embargo, parece que hay personas que no han podido esperar y que tendrán sus razones, aunque sí comparto con ellos que lo que hay que hacer es hablar de los problemas de la gente y no de los problemas propios. Como digo, estamos viendo cómo nos organizamos para buscar alianzas preferentemente en el espacio de Izquierda Unida y Sumar. Eso está en marcha y existe una mayoría muy aplastante a favor de trabajar por esa especie de federación que busque alianzas con otros actores de la izquierda valenciana, pero creo que no sería bonito anunciar las conclusiones antes de tener el debate. Así que, con todo ello, y más allá de las estrategias individuales, considero que las salidas no son una cuestión colectiva.

Pero esas dimisiones, ¿no pueden debilitar a Iniciativa en el pulso que libra con Més?

Yo lo que sé es que, desde el último congreso a ahora, Iniciativa ha ganado más de 520 personas en afiliación y simpatizantes, y también tenemos más concejales que los que teníamos en 2019. Así que no, no estamos más débiles.

Sumar ha anunciado que quiere montar una estructura propia en la provincia de Alicante. ¿Supone una amenaza para Compromís?

Sería deseable que Sumar y Compromís entiendan que la forma de organizarse tiene que ser cooperando y respetando a quien es el actor que electoral y emocionalmente está implantado en el territorio. Tenemos experiencias muy cercanas de partidos que desde Madrid han intentando montar estructuras y competir con Compromís y eso no ha funcionado, así que sería absurdo hacer lo mismo que ya ha fracasado.

Vayamos al Congreso. ¿Está hecho el acuerdo para investir a Pedro Sánchez?

La ciudadanía española nos envió un mensaje, y era que había que poner de acuerdo la agenda de izquierdas y la agenda plurinacional, un espacio donde Compromís juega un papel importante. Entre otras cuestiones, defendiendo actuaciones para nuestro territorio, como la conexión ferroviaria con el aeropuerto de Alicante, un impulso a la reindustrialización o asumir que el modelo de turismo actual tiene cuestiones negativas que hay que regular, como los apartamentos turísticos, la llegada masiva de cruceros o los salarios bajos. Todos tenemos que ser generosos y desterrar del vocabulario político la palabra línea roja para que haya un buen gobierno que se traduzca en estabilidad para los próximos años y que actúe como contrapeso del Gobierno ultra de la Generalitat. Además, será un alivio para las familias, porque, mientras aquí Mazón le perdona los impuestos a los ricos, en el Estado se implementarán medidas para que los ricos aporten más y garanticen los servicios públicos.

¿Lo de la línea roja va por lo de la amnistía?

Los indultos bajaron la crispación y los resultados electorales han dado la razón. Los patriotas nos tenemos que dedicar a convencer y no a vencer, y creo que la amnistía, como el resto de políticas que se han desplegado en esta materia, buscan convencer a los y las catalanas de que España es un proyecto plural donde caben. Aquellos que durante diez años se dedicaron a intentar vencer no solo perdieron en las urnas, sino que llevaron al independentismo a sus cuotas de poder más altas de la historia.

¿Cómo le iría a la izquierda en una repetición electoral?

Nos pagan por ponernos de acuerdo, así que no contemplo esa opción. Si se repitiesen, la gente castigaría por un lado a los gobiernos ultras de la derecha y, por otro, a nosotros por no haber sido capaces de pactar. Así que el resultado sería el mismo. La gente no se equivoca a la hora de votar.

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