Compromís seguirá en Sumar mientras Díaz no cree un partido en la Comunidad

Los morados buscan diferenciarse con un discurso duro

Micó, Díaz, Ibáñez y González, en un acto de Compromís-Sumar en València

Micó, Díaz, Ibáñez y González, en un acto de Compromís-Sumar en València / Eduardo Ripoll

Diego Aitor San José

Diego Aitor San José

La onda explosiva de la salida de Podemos al grupo mixto no afectará a Compromís. Según admiten diferentes voces de la coalición, la puerta atravesada por los morados no es una opción para los naranjas, que seguirán en Sumar. Pese a que en el magma siempre revuelto de las redes sociales haya militantes de los naranjas que envidien la visibilidad y autonomía que tienen partidos como el BNG, salirse del Grupo Plurinacional de Sumar no está encima de la mesa. Al menos, siempre que se cumplan los acuerdos.

Todas las fuentes consultadas por este periódico descartan que en Compromís exista el debate de tomar el camino hacia el grupo mixto ni que haya motivos para ello. "Estamos cómodos en un espacio plurinacional donde todas las voces son escuchadas y protagonistas", "no tenemos motivos para salirnos" o "ahora mismo no hay debate, tenemos un acuerdo firmado" son algunas de las opiniones de dirigentes de la coalición valencianista cuestionados, aunque en todas se añade al final un "de momento".

Ese "de momento" se supedita al cumplimiento de los acuerdos, según señalan fuentes de la ejecutiva de Compromís. Y estos no solo se circunscriben a las medidas del Gobierno sobre la agenda valenciana, sino también a que se mantenga a Compromís como la "referencia" política de este espacio en la Comunidad Valenciana, algo que se concreta, negro sobre blanco, en que la plataforma de Yolanda Díaz no compita en unas autonómicas ni desarrolle estructuras valencianas.

"Si hicieran un proceso de implantación en la Comunitat Valenciana, nos lo tendríamos que pensar", avisa una fuente de la dirección de Compromís sobre la posibilidad de abandonar el grupo parlamentario. De momento, explican, «se están cumpliendo» los pactos, aunque empiezan a haber movimientos en Alicante (vinculados a los Mollà) por lo que en la coalición están «vigilantes».

Sumar constituyó su primera ejecutiva provisional el fin de semana y en ella no está Compromís, una evidencia de que los valencianistas no tienen interés en involucrarse en la actividad orgánica de los de Díaz, a cambio de que estos tampoco se inmiscuyan en los asuntos valencianos que afectan a Compromís.

Por su parte, en el grupo parlamentario del Congreso, los dos diputados de Compromís marcan distancias con la situación de los morados y hasta tratan de restarle dramatismo. "No era una cosa deseable, se podía haber hecho mejor, pero somos dos partidos diferentes; no se rompe nada", explican fuentes próximas a la portavoz adjunta, Àgueda Micó. Su compañero de bancada, Alberto Ibáñez, lamenta la salida de Podemos y el mensaje que se traslada a la ciudadanía, pero pide no ahondar en el asunto porque "solo genera desafección", mensaje similar al de Yolanda Díaz.

"Es una mala noticia"

El tercer implicado con arraigo valenciano es Nahuel González, diputado de Esquerra Unida, quien califica de "mala noticia" la ruptura dentro de Sumar. González, que asegura que la salida de Podemos le pilló "por sorpresa", recuerda que el 23J se consiguió una mayoría progresista gracias a que la izquierda a la izquierda del PSOE concurrió unida y que esta división es perjudicial en el objetivo de conseguir un frente común de la izquierda valenciana para recuperar la Generalitat.

Más efectos tiene sobre Podem, en pleno proceso de reestructuración tras quedarse fuera de las Cortes. Según expone María Teresa Pérez, portavoz de la formación en el ámbito estatal y convertida tras el 28M en el principal referente autonómico, la marcha al grupo mixto ayudará a la federación valenciana a diferenciarse de Compromís, aliado antaño, pero también rival electoral por un espacio de voto similar, que seguirá vinculado a Sumar.

"Somos fuerzas distintas y esto [la salida del grupo] nos permite defender nuestra autonomía", explica la dirigente alicantina. La exdirectora del Instituto de la Juventud reivindica una organización en la izquierda "que no lama las botas al PSOE" e "impugne el régimen del 78» frente a «una parte de Compromís que tiene una actitud más servil". "Es legítimo, pero no nos representamos en eso", asegura.