Soler y Bielsa se mantienen a la expectativa hasta que Diana Morant dé el primer paso

El líder del PSPV-PSOE en la provincia de Alicante y su homólogo en Valencia llaman a tener paciencia para el relevo de Ximo Puig

Los diferentes sectores del partido rechazan «imposiciones» desde Ferraz

Diego Aitor San José

Diego Aitor San José

Los manuales de supervivencia tienen un consejo habitual ante la posibilidad de encontrarse con un oso en el bosque: quedarse quieto. En los procesos congresuales del PSPV-PSOE no hay osos sueltos, pero el consejo podría servir igual para prevenir los ataques (verbales) del resto de contendientes. Ser el primero en dar un paso puede tener los mismos efectos. Por eso, nadie hace un movimiento de más. Todo el mundo contemporiza y mira a los lados, a la espera de que el resto de posibles aspirantes muestren sus cartas y que entonces la partida por el liderazgo pueda empezar a jugarse.

Aplicando este modo de actuación se encuentran dos de los posibles aspirantes a la secretaría general: el líder del PSPV en la provincia de Valencia, Carlos Fernández Bielsa, y su homólogo en la provincia de Alicante, Alejandro Soler. Fuentes del entorno del alcalde de Mislata llaman a tener «paciencia», mismo mensaje que envían desde el entorno del dirigente ilicitano. Asimismo, fuentes próximas a Bielsa aseguran que se encuentran en un proceso de «reflexión» hasta después de Navidad, a la expectativa de que se muevan otros candidatos.

En concreto, la mirada se fija en el nombre que se ha puesto encima de la mesa como la elegida entre Ximo Puig y Ferraz: la ministra Diana Morant. Pero la exalcaldesa de Gandia todavía no ha confirmado si optará o no a liderar la federación valenciana. Se da por seguro que lo hará porque los movimientos vistos en las últimas semanas, con la presencia en València y Alicante del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y por ende, la aquiescencia de Pedro Sánchez, apuntan a ello, sin embargo, de momento, no ha mostrado su voluntad ni ha anunciado paso al frente alguno.

«Es compatible»

De hecho, ni siquiera el propio Puig o dirigentes cercanos como el secretario de Organización y recientemente elegido síndic en las Cortes, José Muñoz, verbalizan que Morant vaya a ser la futura líder de la formación. Ayer, preguntado por ello, Muñoz evitó hacer valoraciones sobre la ministra y sobre si es compatible ejercer la secretaría general del partido ostentando este puesto de representación en el Gobierno de España.

«Es compatible a nivel legal», indicó Muñoz quien añadió que no haría más valoración sobre la situación porque todo se interpretaría como un apoyo (o no) hacia la exalcaldesa de Gandia. El día de antes, Puig aseguró que Morant era una persona «muy valiosa» y que sería una buena candidata, pero añadió: «Igual que lo serían otros».

Los rumores son constantes en torno a si se podría articular en torno a su figura una candidatura de unidad que evitara las primarias. Es el deseo que expresan fuentes de la actual ejecutiva autonómica y de sectores del partido con peso en Castellón y hacia ahí van dirigidas las conversaciones que se están produciendo de manera soterrada. Estas también sirven para medir fuerzas y tantear posibles apoyos para dar futuros pasos.

En las negociaciones para lograr una candidatura de «cohesión» influye también el mantra de que esta pudiera quedar como un nombre impuesto por Ferraz. El rechazo a que sea la estructura estatal la que dicte el futuro de la federación es algo que reiteran especialmente desde las direcciones provinciales de Valencia y Alicante. Pero no únicamente. También desde el entorno del llamado ximismo, ahora con su líder en salida, señalan que será «la militancia del PSPV la que decida».

Navidades «intensas»

La militancia de la federación valenciana votará sí o sí de cara al congreso extraordinario para, como mínimo, elegir a los delegados que acudan al cónclave en el que se ungirá al relevo de Puig. No obstante, si hubiera más de una candidatura que superase los avales necesarios para concurrir en el proceso se requerirían primarias, que se celebrarían un par de semanas antes del congreso, previsto para el último fin de semana de febrero o el primero de marzo.

Lo que es seguro es que se esperan unas «Navidades intensas», en palabras de uno de los implicados en estas rondas de contactos. De cómo evolucionen estas surgirán las posibles alianzas. Los ojos están puestos especialmente en Soler, con buenas conexiones en Ferraz, con clara sintonía con lo que fue el abalismo y que podría pactar con cualquiera de los otros dos sectores destacados: el de Bielsa o el llamado ximismo que podría representar Morant, bien para encabezar la candidatura para situarse al frente de la organización o bien para ocupar un puesto destacado en la estructura.

Por su parte, el responsable de Organización defendió ayer que está trabajando «para tener un congreso de unidad» y aseguró que hay «posibilidades de que pase». Muñoz pidió centrarse en la «construcción de la alternativa» al Consell de PP y Vox. No obstante, indicó que las «aspiraciones personales de cada uno son totalmente legítimas».