Ximo Puig: "Colaboraré con el partido en el futuro, pero ahora es bueno tomar distancia"

El ‘expresident’ pretende aportar una «visión diferente de España»

Ximo Puig, en una imagen reciente en el Senado.

Ximo Puig, en una imagen reciente en el Senado. / DIEGO RADA

La rumorología se convirtió ayer en decisión oficial. El Consejo de Ministros aprobó el nombramiento del expresident de la Generalitat, Ximo Puig, como nuevo embajador y representante permanente de España ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en relevo del también exdirigente socialista Manuel Escudero Zamora, en el cargo desde junio de 2018, cuando Pedro Sánchez llegó al frente del Gobierno.

La designación de Puig como delegado de España ante la organización con sede en París no pilla a nadie por sorpresa. El nombre del exjefe del Consell y todavía líder de los socialistas valencianos lleva asociado a este cargo desde que confirmó su «paso atrás» al frente del PSPV en diciembre. Fue el movimiento del lunes, cuando dejó su acta como senador territorial, el que evidenció que su nombramiento estaba muy próximo.

El anunció llegó el lunes, con una carta en las Corts —que fue la que le eligió para su cargo en la Cámara Alta— y ayer viajó a Madrid para despedirse de sus compañeros personalmente. Faltaba la confirmación oficial, que llegó tras la reunión del gabinete gubernamental en el palacio de la Moncloa. El nuevo destino de Puig depende del Ministerio de Exteriores, en manos de José Manuel Albares. El puesto responde no obstante a una petición directa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Así, Puig vive su nuevo cargo como un reconocimiento y un «cambio total» con su actividad de los últimos años. Su objetivo es «intentar aprender y poder colaborar desde una visión diferente de España». Es lo que le ha solicitado Sánchez de cara a su labor al frente de esta delegación diplomática: aportar su conocimiento en política económica y del Estado del bienestar «desde un espacio regional» como expresidente de la Comunitat Valenciana.

«Me ha pedido aportar una mirada distinta, descentralizada», señaló ayer en declaraciones a Levante-EMV Puig, quien asegura que asume el puesto «desde la máxima humildad» y con la intención de ofrecer una perspectiva valenciana. En este sentido, subraya que la OCDE es una institución creada en 1961 y que él será el primer embajador valenciano en estos más de sesenta años de vida de la entidad.

Conexión con Hispanoamérica

Su intención, tras admitir que le falta conocer la institución de verdad, es intentar profundizar en algunos temas que también han sido ejes de su mandato en la Generalitat y en los que observa «carencias». Entre ellos, cita la igualdad o la despoblación de las áreas rurales. Asimismo, añade otro asunto más en su futura labor: favorecer una mayor presencia de Hispanoamérica en la OCDE. Es algo también en lo que le ha incidido el presidente del Gobierno y que considera importante en la labor que empieza ahora.

Sánchez fue quien le ofreció el cargo, reconoce el exjefe del Consell, hace algunas semanas. Lo ha tenido bastante claro desde el primer momento, añade, aunque se ha especulado con otros posibles destinos, como la lista del PSOE de las próximas elecciones al Parlamento Europeo. «Necesito aprender mucho», remarca el socialista valenciano, quien incide en la relevancia institucional en París.

Puig señala que su nueva ocupación, por la que deja el Senado meses después de aceptar el cargo, supone también una forma de tomar distancia de la política valenciana y especialmente de su partido. «Es bueno para todos en este momento tomar una cierta distancia», indica en declaraciones a este periódico. «En el futuro puedo apoyar», asevera el aún secretario general del PSPV, que se aleja de esta manera de la vida diaria de la formación, en pleno proceso de renovación con el congreso extraordinario en un mes, que servirá de homenaje y despedida.

«Pieza fundamental»

No todos en su partido consideran, no obstante, que sus nuevas obligaciones supongan un adiós a su participación en la formación. «Renovar no es eliminar el pasado, los socialistas estamos extraordinariamente orgullosos del legado del president Puig, y ese legado es parte del futuro del PSPV encabezado por Diana Morant», indicó ayer el síndic socialista en las Corts, José Muñoz. Es más, el portavoz parlamentario aventuró que Puig será «una pieza fundamental» en el devenir de la formación y que seguirá «participando en la vida política de la Comunitat Valenciana».