Entrevista | Manuel Desantes Catedrático de Derecho Internacional Privado de la UA

«A la Eurocámara no se va a defender los derechos de España»

El catedrático de Derecho Internacional Privado de la Universidad de Alicante, y exvicepresidente de la Oficina Europea de Patentes, Manuel Desantes, llama a acudir a las urnas el 9J como muestra de respaldo al proyecto europeo en un contexto internacional en el que «el epicentro ha pasado del Atlántico al Pacífico»

El catedrático Manuel Desantes en Benidorm, en imagen de archivo

El catedrático Manuel Desantes en Benidorm, en imagen de archivo / David Revenga

Borja Campoy

Borja Campoy

Pregunta: ¿Qué importancia le concede a las instituciones europeas en el día a día de España?

Respuesta: La gente no es consciente de que en los últimos 25 años la importancia de la Unión Europea se ha multiplicado exponencialmente y de que la Eurocámara aprueba cerca de 2.000 reglamentos cada año. Todos los aspectos de nuestra vida cotidiana son competencia directa de la UE. Esta es una de las razones que ha permitido que Europa sobreviva en un ambiente dominado por EE UU y China.

«El Parlamento Europeo está diseñado para generar concordia y no discordia, a diferencia de lo que pasa en las cámaras nacionales»

P: ¿Hay diferencias en el funcionamiento de las instituciones europeas y las españolas?

R: La mayor diferencia es que en la Eurocámara todo el diseño está hecho para generar concordia y no discordia, no como en los parlamentos nacionales. Solo hay que fijarse en España, donde es muy difícil que se lleguen a acuerdos concretos. La Eurocámara funciona al revés, con 720 europarlamentarios que están representados en grupos políticos que buscan el consenso y un mínimo para que todos puedan convivir.

P: ¿La sociedad española siente el proyecto europeo?

R: El ciudadano medio no siente cercanía con Europa pero debe entender que el mundo avanza a gran velocidad, que las estructuras geopolíticas están cambiando y que hay dos superpotencias que controlan la economía. España sola no hace nada en el contexto internacional. Gracias a que somos 27 podemos dar pasos adelante. Pero un parlamentario europeo que sea elegido por el distrito español no tiene que ir a la Eurocámara a defender los intereses de España.

P: ¿Por qué?

R: Porque eso es un error conceptual que escuchamos todos los días en la campaña, es engañar al ciudadano. Se puede arrimar el ascua a la sardina española en algún momento concreto, pero la labor es defender los intereses europeos, llegar a acuerdos para que el territorio europeo sea más fuerte. Estas elecciones no van sobre si el presidente del Gobierno o el jefe de la oposición van a ganar o perder. Aquí no se trata de hablar de los cruceros que llegan a Alicante o de la ley de amnistía.

P: ¿Qué se juega el conjunto de Europa en las urnas?

R: Desde las primeras elecciones Europa nunca se había enfrentado a una situación tan delicada, tan cerca de una guerra. Y las fuerzas política antieuropeas nunca habían tenido tanto peso en el Parlamento Europeo, lo que implica un replanteamiento del proceso, algo que es legítimo. Estados Unidos y China son las grandes fuerzas e India también lo será por encima de Europa dentro de poco. Los ciudadanos europeos están muy envejecidos y necesitamos 200 millones de inmigrantes los próximos años. 

P: ¿Se confirmará la tendencia al alza del populismo?

R: Todo lo que se alcance con las urnas es legítimo pero que nos puede hacer perder decenas de años de progreso en la construcción europea. El problema no es que estos partidos consigan un porcentaje importante o mayoritario en un momento dado. Eso es democracia. El problema es lo que hagan con ese poder. El ADN de Europa es la ilustración, la democracia y los derechos humanos. Eso ha costado sudor y lágrimas y dos guerras que no se pueden repetir, renunciar a los valores europeos es suicidarse como sociedad.