Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

En contacto con el pediatra

El síncope del adolescente

El síncope del adolescente isabel ramón

Es un problema frecuente a esta edad (tienen un pico máximo de incidencia entre los 15 y los 19 años, y afecta más a las chicas). El síncope es en general una entidad benigna, pero puede esconder patologías que pueden llegar a ser graves, por lo que no debemos considerarlo como «algo normal para la edad».

¿Por qué se marean los adolescentes?

La principal causa es el síncope vasovagal, y está definido por un acceso brusco de sensación de mareo, acompañado de palpitaciones, nauseas, palidez, sudoración? seguido de una pérdida breve de conciencia (15-20 segundos) y que acaba con una recuperación espontánea y completa.

Se produce en relación con los cambios posturales, pero sobretodo con una bipedestación prolongada, pero existen múltiples desencadenantes:

Estrés emocional (ansiedad, miedo, dolor?)

Estrés físico (embarazo, trastornos nutricionales, falta de sueño, ejercicio extremo?)

Síncope situacional (peinado, aglomeraciones?)

Se han postulado varios mecanismos para explicar que causas tan variadas, produzcan ésos mareos, pero ninguno termina de explicar todas las formas de presentación.

¿Qué problemas hay que descartar ?

En primer lugar los sincopes de origen cardiaco representan del 2 al 6% de los casos, pero es obligado su despistaje si tenemos en cuenta que el 25% de los casos de muerte subita se manifiestan previamente como un síncope.

Otras causas nos permiten más capacidad de maniobra, y por orden de frecuencia serían los trastornos psiquiátricos, los neurológicos (epilepsia, migraña, vértigos), las causas metabólicas, la ingesta de fármacos o el abuso de drogas.

Lo más importante para el diagnóstico es hacer una buena historia clínica con los antecedentes familiares (muerte súbita en personas jóvenes, sordera), los personales (cardiopatías previas), las características del episodio sincopal sobretodo si ha tenido relación con el ejercicio, y las formas de vida del adolescente (sueño, alimentación , contacto con drogas?). La historia se ha de complementar con una exploración cardiaca minuciosa y con la realización de un electrocardiograma.

Acudir a la consulta

El cuadro clínico puede llegar a asustar bastante a los que lo presencian y al propio adolescente, por lo que una vez descartadas las causas de riesgo, podemos utilizar la consulta para dar mensajes preventivos y ganarnos su confianza.

Lo primero es tranquilizar al paciente y su familia. Son episodios benignos que desaparecen con la edad, y que no es frecuente que se repitan. También debemos darles indicaciones de seguridad por si vuelve a suceder (intentar sentarse o tumbarse en cuanto aparezcan los primeros síntomas) y repasar los posibles desencadenantes. Entre éstos toma especial importancia la ingesta adecuada de alimentos, una buena hidratación (sobretodo con la práctica deportiva), las horas necesarias de sueño y el control sobre sustancias tóxicas (tabaco, alcohol).

Y lo que puede ser más trascendente para la salud del adolescente: dejar la puerta abierta para nuevas consultas, siempre que lo considere necesario.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats