La blefaroplastia es la cirugía que corrige las bolsas en los ojos, por lo que es una de las operaciones más frecuentes y que obtienen mayor beneficio en el rejuvenecimiento del rostro.
La flacidez del párpado superior y la formación de bolsas en los inferiores hace que nuestra mirada envejezca, y en conjunto, nuestra imagen luzca un aspecto con el que no estamos conformes.
La causa, en la mayoría de casos, suele ser genética pero se puede agravar por una mala alimentación, no dormir lo suficiente, o en general una falta de descanso acusada y prolongada en el tiempo.
La laxitud de los tejidos de párpado provocada por la edad así como la retención de líquidos, hace que la grasa orbitaria que ocupa gran parte de la órbita se hernie hacia adelante, haciéndose visible bajo la piel.
«La blefaroplastia es la cirugía ocular recomendada para estos casos», explica la doctora Gala León, oftalmóloga especialista en cirugía plástica de párpados de Oftálica, «con ella se consigue eliminar las bolsas en los ojos que han adquirido un carácter permanente una vez que no responden a cremas o tratamientos médicos cosméticos».
La oculoplastia o cirugía ocular es una subespecialidad de la oftalmología, realizada por oftalmólogos especializados en patología palpebral, orbitaria y vía lagrimal.
Según el doctor Enrique Chipont, director médico de Oftálica, «no sólo la estética es importante sino también la correcta función del ojo y sus anejos».
De hecho, en los casos en los que el paciente sufra de desprendimiento de retina, glaucoma, falta de lágrimas o una elevada presión arterial entre otras situaciones, es aconsejable que realice una revisión oftalmológica antes de la blefaroplastia con el fin de cerciorarse de que el paciente se encuentra en buen estado para llevar a la cabo la operación.
La mayoría de pacientes que recurren a la blefaroplastia para solucionar los problemas de sus párpados suelen ser mayores de 40 años, aunque en el caso de que se lleve unos malos hábitos de descanso, o sobre todo se tengan antecedentes familiares y se estén desarrollando en uno mismo, es muy posible que esta edad baje significativamente.
En qué cosiste la intervención
Tras analizar a qué tipo de blefaroplastia nos vamos a someter, párpados superiores, inferiores o ambos, se procederá a entrar en quirófano y será el especialista en cirugía plástica ocular el que comience con la operación.
Por regla general se utiliza anestesia local o local con sedación, aunque el cirujano tiene la última palabra, y debe decidir qué tipo de anestesia es la más adecuada.
La operación suele tener una duración de entre 1 y 3 horas, debido a que se puede operar los párpados superiores, los inferiores y los cuatro párpados a la vez.
El proceso de blefaroplastia comienza con una incisión en las líneas naturales de los párpados en el caso de que se trate de los superiores, o en la zona que se encuentra justo debajo de las pestañas si abordamos los inferiores.
Tras este primer paso, se procede a la eliminación del exceso de piel así como la grasa herniada, con el fin de obtener el resultado óptimo de la zona.
Para terminar, se procederá a cerrar las incisiones realizadas anteriormente con suturas muy precisas con el fin de obtener un aspecto natural en los resultados.
Recuperación y postoperatorio
La doctora Gala León, indica que, «al tratarse de una zona comprometida como son los ojos, tras la operación, hay que hacer especial hincapié en los cuidados y atenciones que se les debe prestar. Por lo general se aplicará algún tipo de pomada y en algunos casos colirios o lágrimas para no dañar el ojo. Los cuidados postoperatorios dependerán del paciente y estarán basados fundamentalmente en reducir la inflamación».
Resultado final
La blefaroplastia es una de la cirugías de estética facial que mejores resultados obtienen en el rejuvenecimiento del rostro de los pacientes.
Y como dice la doctora Gala León «la mayor satisfacción para el cirujano es cuando al paciente se le ilumina la cara y dice "Gracias doctora, me has cambiado la vida"».
