La dieta de la tiroides: lo que debes comer para cuidar esta glándula y estar más feliz

Te contamos qué alimentos debes incluir en tus menús y cuáles debes evitar para mantener la salud de la tiroides

La dieta de la tiroides.

La dieta de la tiroides. / PIXABAY

Azucena Mendieta Delgado

Azucena Mendieta Delgado

Cuidar de la glándula tiroides a través de una dieta adecuada es fundamental para mantener su función óptima y prevenir problemas relacionados como el hipotiroidismo o el hipertiroidismo. Aquí tienes algunas recomendaciones sobre qué alimentos incluir y cuáles evitar para mantener la salud de la tiroides.

Además, esta glándula está muy relacionada con el estado de ánimo, así que una dieta que la cuide cuidará también tu estado emocional y te hará sentirte más feliz.

Alimentos beneficiosos para la tiroides

1. Yodo

El yodo es esencial para la producción de hormonas tiroideas. Sin embargo, tanto su deficiencia como su exceso pueden causar problemas tiroideos.

  • Fuentes de yodo: Sal yodada, pescado de mar, mariscos, algas marinas (como nori y kombu).

2. Selenio

El selenio ayuda en la conversión de la hormona tiroidea T4 en T3, la forma activa de la hormona.

  • Fuentes de selenio: Nueces de Brasil, semillas de girasol, pescado (atún, sardinas), huevos, carnes magras y aves de corral.

3. Zinc

El zinc es importante para la síntesis de hormonas tiroideas.

  • Fuentes de zinc: Mariscos, carne de res, pollo, legumbres, nueces y semillas.

4. Hierro

El hierro es crucial para una tiroides saludable, ya que la deficiencia de hierro puede afectar la función tiroidea.

  • Fuentes de hierro: Carnes rojas, espinacas, lentejas, garbanzos, semillas de calabaza.

5. Vitamina D

La vitamina D juega un papel en la salud inmunológica y tiroidea.

  • Fuentes de vitamina D: Exposición al sol, pescado graso (salmón, caballa), huevos, productos lácteos fortificados, hongos.

6. Antioxidantes

Los antioxidantes ayudan a reducir el estrés oxidativo que puede afectar la función tiroidea.

  • Fuentes de antioxidantes: Frutas y verduras coloridas como bayas, zanahorias, espinacas, tomates, brócoli.
Un cuenco de lentejas con verduras.

Un cuenco de lentejas con verduras es una receta perfecta para cuidar tu tiroides. / Archivo

Alimentos a evitar o limitar para cuidar tu tiroides

1. Goitrogénicos

Los alimentos goitrogénicos pueden interferir con la producción de hormonas tiroideas. Estos alimentos no necesariamente deben ser evitados por completo, pero sí consumidos con moderación, especialmente si tienes una función tiroidea comprometida.

  • Goitrogénicos: Coles (brócoli, col rizada, coliflor), soja y productos de soja, nabos, coles de Bruselas.

2. Gluten

En algunas personas con enfermedad tiroidea autoinmune (como la tiroiditis de Hashimoto), el gluten puede empeorar la inflamación.

  • Alimentos con gluten: Trigo, cebada, centeno, productos horneados.

3. Azúcares y carbohidratos refinados

Estos pueden afectar negativamente la salud general y aumentar el riesgo de inflamación y aumento de peso.

  • Azúcares y carbohidratos refinados: Dulces, bebidas azucaradas, pan blanco, pasta.
Las alteraciones en la tiroides pueden dificultar un futuro embarazo.

Dieta de la tiroides. / Adobe Stock.

Ejemplo de menú diario para la salud de la tiroides

Desayuno:

  • Yogur natural con nueces de Brasil y arándanos.
  • Un huevo pasado por agua.

Almuerzo:

  • Ensalada de espinacas con atún, aguacate y semillas de girasol.
  • Aliño de aceite de oliva y limón.

Cena:

  • Salmón al horno con espárragos.
  • Quinoa cocida.

Snacks:

  • Zanahorias baby con hummus.
  • Una manzana.

Bebidas:

  • Agua, té verde, infusiones de hierbas.

Una dieta equilibrada y rica en nutrientes esenciales como yodo, selenio, zinc, hierro y vitamina D puede apoyar la función tiroidea y mejorar la salud general. Evitar o moderar el consumo de alimentos goitrogénicos, gluten (si eres sensible), y azúcares refinados también puede contribuir significativamente al bienestar de tu tiroides. Consulta siempre con un profesional de la salud o un dietista antes de hacer cambios significativos en tu dieta, especialmente si tienes una condición tiroidea diagnosticada.