El ejercicio con el que no te mueves y te pondrás en forma

Con este sencillo movimiento trabajarás muchos más músculos de los que imaginas

Con este sencillo movimiento lograrás fortaleces tus músculos

Con este sencillo movimiento lograrás fortaleces tus músculos / Roman Chazov/Shutterstock

Azucena Mendieta Delgado

Azucena Mendieta Delgado

Los ejercicios isométricos, a menudo subestimados, se basan en la contracción muscular sin que haya un movimiento visible en las articulaciones. En otras palabras, el músculo se activa, pero no hay un movimiento de extensión ni de flexión evidente. Estos ejercicios, a pesar de su aparente simplicidad, ofrecen numerosos beneficios que pueden ser aprovechados tanto por principiantes como por atletas experimentados.

Beneficios de los ejercicios isométricos

  • Fortaleza y resistencia muscular. Los ejercicios isométricos pueden mejorar significativamente la fuerza y resistencia de los músculos implicados.
  • Rehabilitación. Son ideales para la rehabilitación de lesiones, ya que ponen menos estrés en las articulaciones.
  • Versatilidad. Pueden ser realizados en casi cualquier lugar, sin necesidad de equipo especial.
  • Mejora la estabilidad. Al mejorar la fuerza de los músculos estabilizadores, contribuyen a un mejor equilibrio y postura.
  • Adecuado para todas las edades. Desde jóvenes hasta personas mayores pueden beneficiarse de su práctica.

Los ejercicios isométricos pueden adaptarse para trabajar prácticamente cualquier grupo muscular, algunos de los más comunes son:

  • Abdominales. Como en la plancha, donde se mantiene la posición elevando el cuerpo con los codos y pies.
  • Piernas. Al realizar sentadillas contra la pared.
  • Brazos y pecho. Al hacer push-ups isométricos, manteniendo la posición baja.
  • Espalda. Al tirar de una banda elástica resistente o cuerda sin permitir el movimiento.

Cómo hacer ejercicios isométricos

  1. Elegir la posición. Decide qué grupo muscular deseas trabajar y colócate en una posición que lo aisle y desafíe.
  2. Mantén firme. Una vez en posición, contrae el músculo o grupo muscular objetivo y mantenlo en una posición fija.
  3. Duración. Mantén la contracción de 10 a 30 segundos, o tanto como te sientas cómodo. La intensidad y la duración dependen de tu nivel de condición física.
  4. Respira. Es vital mantener una respiración constante durante el ejercicio. No contengas la respiración.
  5. Repetir. Luego de un pequeño descanso, puedes repetir el ejercicio varias veces.
  6. Postura. Asegúrate de mantener una postura correcta durante el ejercicio. La alineación inadecuada puede reducir la efectividad del ejercicio y potencialmente causar lesiones.
  7. Progresión. A medida que te fortalezcas, puedes aumentar el tiempo que mantienes la contracción o, en algunos casos, añadir resistencia externa.

Los ejercicios isométricos, aunque a menudo son pasados por alto en favor de los ejercicios dinámicos tradicionales, ofrecen una serie de beneficios únicos que los hacen valiosos en cualquier rutina de entrenamiento. Ya sea que busques una manera efectiva de rehabilitar una lesión, mejorar la estabilidad, o simplemente añadir variedad a tu rutina, los ejercicios isométricos son una excelente opción a considera